Bankia prevé volver registrar ganancias en 2013 y espera alcanzar un beneficio neto de 1.200 millones de euros en 2015, tras acometer un plan de reestructuración que supondrá la eliminación de unos 6.000 empleos, el 28% de la plantilla, y el cierre de 1.100 oficinas, con una disminución del 39%.