Cientos de personas han salido a las calles de Lima, Perú, para protestar por el indulto humanitario concedido por el actual presidente del país, Pedro Pablo Kuczynski, al exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000). Este cumplía condena de 25 años por crímenes de lesa humanidad en la prisión de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional de Perú (DIROES), pero el pasado sábado fue trasladado de urgencia hasta la clínica Centenario de Pueblo Libre por una bajada de tensión y tras no responder al tratamiento. Una junta médica ha recomendado su liberación por una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable. Esta decisión ha desatado la indignación entre sus detractores, que consideran que se trata de un montaje. La hija del expresidente de la República del Perú, Keiko Fujimori, atendió a los medios de comunicación a las puertas de la clínica, donde afirmó que su padre está “tranquilo y obviamente muy contento” pero “tendrá que quedarse unos días más en la unidad de cuidados intensivos”. En el mismo lugar se dieron cita los partidarios del exmandatario para celebrar el indulto.