La pataleta de Shakira: "No soy una diplomática de las Naciones Unidas, dejadme en paz"

Su equipo le dijo que "estaba loca" cuando planteó los afamados "sal-pique" o "clara-mente"

Shakira, espectacular en la revista Billboard

Shakira, espectacular en la revista Billboard / BILLBOARD

P. O.

Shakira está en la cresta de la ola. Siempre lo ha estado pero desde que convirtió su vida privada en inspiración para sus canciones se ha desbordado consiguiendo éxitos nunca vistos hasta el momento. Su ruptura con Piqué le ha salido rentable y todo ello a pesar de que no siempre su equipo de trabajo ha estado de acuerdo con ella en sus últimos proyectos. El tan sonado "BZRP Music Sessions 53" fue la que le trajo más que un problema con su gente porque los afamados "sal-pique" o "clara-mente" no eran bien vistos por su entorno profesional.

¿Qué pasó?

El tema más sonado de Shakira llegó de la mano del productor argentino Bizarrap. Esa canción que llegó como un cuchillo a clavarse en lo más alto de las listas con su archiconocida y vengativa letra de la artista colombiana contra su expareja y padre de sus hijos, el futbolista Gerard Piqué, y la actual novia de este, Clara Chía.

"Mi equipo me decía que estaba loca. Por ejemplo, con la Sesión 53 me dijeron que cambiara la letra, que eso no podía salir". Sin embargo, ella se mantuvo en su posición: "No soy una diplomática de las Naciones Unidas, soy una artista, soy una loba herida. Dejadme en paz". Chimpún.

Shakira, denunciada de nuevo por presunto fraude de 6,6 millones

Hacienda

La Fiscalía de Barcelona acusa en su nueva querella a la cantante Shakira de haber defraudado a la Agencia Tributaria 6,1 millones de euros en el ejercicio de 2018 y, por esta razón, le atribuye dos delitos contra la Hacienda Pública. Con los intereses de demora, la deuda alcanzan los 6,6 millones de euros. Esta nueva querella se está tramitando en un Juzgado de Esplugues de Llobregat y se suma al proceso judicial también por presuto fraude fiscal en años anteriores por el que se enfrenta a ocho años de prisión. La acusación pública sostiene que la artista colobiana se aprovechó de un "entramado societario", con una empresa radicada en Luxemburgo, para no pagar impuestos en España. En estas operaciones también participaron compañías en España, Paises Bajos, Islas Vírgenes Británicas, Malta, Panamá y Liechtenstein