Las normativas de seguridad en los aeropuertos a nivel mundial son cada vez más rigurosas, y la cuestión sobre la cantidad de líquidos permitidos en el equipaje de mano del avión sigue siendo motivo de confusión para muchos viajeros.

En 2006, las autoridades de seguridad de aviación de todo el mundo, incluyendo la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) en los Estados Unidos y la Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea (EASA), implementaron restricciones para el transporte de líquidos en el equipaje de mano de los pasajeros. Esto fue en respuesta al descubrimiento de un complot terrorista que pretendía utilizar líquidos explosivos en vuelos comerciales. En la actualidad, cada pasajero tiene permitido llevar líquidos en envases de no más de 100 mililitros de líquidos, unos 3 o 4 botes.