La razón por la que nunca debes meter una lata abierta en la nevera: mira lo que ocurre

Prácticas y económicas, las latas son una forma ingeniosa de conservar los alimentos. Pero ten cuidado. Puede que te encanten en el armario, pero no están hechas para la nevera. Te explicamos por qué...

Métodos de conservación probados

Conservar los alimentos de forma segura siempre ha sido un objetivo del ser humano. Y, contrariamente a la creencia popular, el curado no fue el primer método utilizado por la humanidad. La desecación es el método de conservación más antiguo. Consiste en dejar secar los alimentos al sol.

Los tiempos modernos han traído métodos de conservación más sofisticados. El que todos conocemos es el almacenamiento en frío, posible gracias a los congeladores y frigoríficos. Mientras que en la nevera podemos conservar los alimentos durante meses, en el frigorífico sólo podemos conservarlos durante un tiempo limitado. Por no hablar del hecho de que un producto está mucho más expuesto al peligro bacteriológico una vez abierto. Sin embargo, todos estos métodos de conservación nos permiten organizarnos mejor. Por no hablar de las latas, ¡que pueden salvarnos literalmente la vida!

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¿Quién no se ha quedado sin comida y no ha podido ir a hacer la compra por culpa del fin de semana anterior o de lo tarde que es? Ahí es donde las latas resultan útiles. Latas de raviolis, sardinas en aceite, pisto o salchichas de lentejas... Tener este tipo de alimentos en los armarios de la cocina siempre es bienvenido en estos casos.

¿Por qué es peligroso meter las latas en la nevera?

Lo extraordinario de las latas es que suelen tener una fecha de caducidad muy larga. Esto significa que pueden permanecer en los armarios durante meses, o incluso uno o dos años en algunos casos.

Por otro lado, nunca las metas en la nevera. Sería el peor de los errores. Muchos de ustedes tienen la costumbre de guardar las sobras de comida en la nevera. Y a veces directamente en las latas abiertas. Pero esto pone en riesgo tu salud. Es la mejor forma de intoxicarse. Las latas abiertas pueden estar contaminadas con ftalatos.

Se trata de sustancias químicas que suelen encontrarse en los envases de alimentos. Una vez abiertas, las latas no deben seguir utilizándose como recipientes. Si te sobra comida, lo mejor es pasarla a otro recipiente. Un plato hondo, un cuenco o latas de cristal para conservas servirán.

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En cuanto a tus latas de cassoulet, alubias, raviolis o granos de maíz, se pueden reciclar. Las latas también se pueden reciclar de maravilla.

Es una verdadera ventaja para la ecología y la recuperación de residuos. Utilizar metal reciclado para fabricar latas nuevas significa menos extracción de minerales. Lo que significa menos emisiones de CO2 a la atmósfera.