El menor consumo de vino frena las ventas de la DO Toro

La retirada de contraetiquetas desciende un 2,5% durante el pasado año, aunque las bodegas adquieren más para jóvenes y tintos reserva

El Consejo Regulador afirma que la exportación permite a las bodegas mantener la comercialización ante un contexto de mayor competencia

Botellas de vino genérico del Consejo Regulador agrupadas por categorías. | Cedida

Botellas de vino genérico del Consejo Regulador agrupadas por categorías. | Cedida / M. J. Cachazo

La Denominación de Origen del Vino de Toro ha cerrado el 2023 con un descenso del 2,5% en las ventas de contraetiquetas, al pasar de las 16.445.000 retiradas por las bodegas en 2022 a las 16.032.500 dispensadas por el Consejo Regulador a lo largo de los últimos doce meses. A pesar del saldo negativo, el presidente de la Denominación de Origen Toro, Felipe Nalda, reconoció que las ventas de distintivos de calidad se mantienen por encima de los 16 millones, cuando su negativa evolución en los diferentes trimestres del año 2023 hacía presagiar una mayor caída, tal y como ha sucedido en otras reconocidas zonas productoras de vino de España, en las que el descenso de ventas al cierre del ejercicio supera el 10%.

Aunque por primera vez en los últimos años las ventas de "tirillas" no experimentan un crecimiento, el presidente del órgano vinícola reconoció que la Denominación de Origen Toro ha conseguido sobreponerse a diversos factores y a un "contexto complicado".

En este punto, enumeró algunos factores que afectan directamente al sector, tales como descenso generalizado del consumo de vino en España a lo largo del último año o una mayor competencia en el mercado. De hecho, como precisó, países emergentes están irrumpiendo con fuerza en el mercado del vino y que en muchos casos "son más competitivos", lo que aumenta la dificultad de incrementar las ventas de los que se producen en Toro.

Ante el complicado contexto actual, como reconoció Nalda, en países con una extensa tradición vitivinícola bodegas y viticultores están adoptando medidas drásticas como el arranque de viñedos. A pesar del descenso del consumo de vino o la mayor competencia, las bodegas de Toro han logrado sobreponerse a las dificultades gracias al "magnífico comportamiento" de las exportaciones, lo que ha permitido mantener unas ventas de contraetiquetas que superan los 16 millones.

Del balance anual, se desprenden algunos datos significativos como el incremento de la demanda de vinos de alta calidad calificados como reservas, así como un repunte de las ventas de los agrupados en la categoría de jóvenes. En el lado opuesto se sitúan los tintos calificados como robles, que en los últimos años habían experimentado una importante expansión, aunque el descenso de ventas también afecta a los crianzas y los "grandes reservas".

Categorías

Por categorías, las ventas de "tirillas" para vinos tintos, blancos y rosados agrupados en la categoría de jóvenes, aumentaron durante el 2023 hasta las 7.612.500, mientras que en el ejercicio anterior las bodegas retiraron 6.292.500 para comercializar sus productos.

La mayor demanda de vinos de alta calidad que se está imponiendo en el mercado actual se aprecia en la comercialización de tintos reservas. De hecho, la evolución de las ventas de "tirillas" en la categoría de reservas elaborados en la Denominación de Origen Toro es positiva, al pasar de las 217.500 retiradas en 2022 a las 252.500 dispensadas por el Consejo Regulador a lo largo del último ejercicio.

En el caso de los tintos tipificados como "roble", las ventas descendieron a lo largo del 2023 hasta 7.400.000, cuando en el año anterior sobrepasaron los 8 millones de contraetiquetas. La caída de ventas también afecta a los tintos calificados como "grandes reservas", ya que a lo largo del último año se han reducido a la mitad, al pasar de las 5.000 "tirillas" contabilizadas en 2022 a las 2.500 del último ejercicio.

La tendencia negativa también se aprecia en los tintos tipificados como crianza, para los que el Consejo Regulador dispensó a las bodegas amparadas por el sello de calidad un total de 765.000 contraetiquetas, mientras que en el año 2022 las ventas se situaron en 1.102.500.

Ante la evolución de las ventas, el Consejo Regulador se ha marcado como objetivo poner en valor la materia prima, porque es el pilar fundamental para seguir creciendo y para que los vinos de Toro puedan competir en el mercado por su calidad.

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