El Consejo Regulador de la D.O. Toro considera que es su propio pleno el que mejor defiende sus intereses

En la sesión plenaria de ayer se incorporaron dos bodegas a la denominación

Felipe Nalda, presidente del Consejo Regulador de la DO Toro, en un viñedo toresano. | Cedida

Felipe Nalda, presidente del Consejo Regulador de la DO Toro, en un viñedo toresano. | Cedida

I.A.

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Toro aclara, ante las preguntas formuladas de la no pertenencia del consejo a la Asociación de Consejos Reguladores vínicos de Castilla y León  (AVOCYL), que no ha visto necesaria la creación de la asociación que aglutina a los consejos reguladores vínicos de la región, “si con ello implica que no puedan asistir todos ellos a las reuniones con la Administración provincial, autonómica o nacional de nuestro ámbito de trabajo natural, como es principalmente la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León, como se ha venido haciendo durante años y años, con todos los consejeros de Agricultura que ha habido”.

El Consejo considera que nadie es capaz de defender los intereses de la D.O. Toro mejor que su pleno, “por lo que no entiende que el interlocutor válido para cualquier tema que ataña a la Denominación de Origen Toro, sus viñedos, viticultores, bodegas y vinos, no sea otro que su órgano de gestión y representantes legales de la misma”, detallan en un comunicado. 

Tras la celebración de sesión plenaria en el día de ayer, y por mandato de los vocales que componen el pleno, tras ratificar de forma unánime de los presentes, el presidente del Consejo Regulador, Felipe Nalda Álvarez, informa, además, que el Consejo tiene un total de 900 viticultores y 64 bodegas, ya que, ayer, en el pleno, se incorporaron dos nuevas; además de tener un viñedo inscrito de 5.400 hectáreas. También, señala que en los últimos años las vendimias han tenido una media de recolección en torno a los 21,5 millones de kilogramos de uva y ventas de botellas por encima de los 16 millones de botellas en el último ejercicio. 

Además, el Consejo fue el impulsor el detonante y catalizador para la creación de la Ruta del Vino de Toro, para poner en valor “los vinos, bodegas, patrimonio cultural, histórico, monumental, gastronómico y provocar el desarrollo económico de la comarca de actuación de la Denominación de Origen Toro”, detallan. “Y que todas estas acciones que provoca el enoturismo, unido al trabajo de viñedo y bodegas, provocan la fijación de población y creación de empleo en el mundo rural, y son herramienta activa contra la despoblación y el abandono de las zonas rurales”, continúan narrando en el comunicado. 

El Consejo Regulador también trabaja junto con todos sus asociados para “mantener el patrimonio vegetal, cultural y tradición que nos ha sido legado y nos hace únicos, defendiendo la riqueza natural de sus viñedos, medioambiental y paisajes vitícolas”; y, además, siempre ha mantenido una relación “extraordinaria” con todos los representantes y cargos directivos de todas las otras Denominaciones de Origen vínicas de Castilla y León.