Manuel Fariña, reconocido por impulsar la DO Toro

La Fundación UEMC entrega al bodeguero zamorano un premio, que reconoce su extensa dedicación al mundo del vino

Manuel Fariña interviene en el acto de entrega del premio

Manuel Fariña interviene en el acto de entrega del premio / Cedida

La Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid ha acogido este jueves el acto de entrega del Premio Fundación UEMC a "Toda una vida dedicada al mundo del vino" al bodeguero Manuel Fariña López.

La distinción reconoce el trabajo desarrollado por el bodeguero, del que la UEMC ha destacado que "es una referencia en el vino de Toro, en el origen de la Denominación de Origen y en la vinculación a un negocio familiar de ocho décadas", al margen de "un visionario y también, claramente, un innovador".

La entrega del premio ha tenido lugar en el marco de las actividades del Curso de Verano "Vinnovación". La distinción recae en su sexta edición en Manuel Fariña, tras haberla recibido anteriormente figuras tan relevantes en el sector como Jesús Yllera, Pilar Pérez de Albéniz, los hermanos Pérez Pascual, Pablo Álvarez, de Vega Sicilia, y el enólogo Mariano García.

El rector de la UEMC, David García López, destacó que el premio "pone en valor el triunfo lento y pausado, que llega con paciencia y con voluntad, siendo ésta la facultad de posponer la recompensa". Además, subrayó que "vivimos en tiempo de la inmediatez, de querer la recompensa ya y ahora", por lo que ejemplos como el de Manuel Fariña "lanzan un mensaje necesario, y no solo a nuestros jóvenes", en alusión a que "trabajar la voluntad tiene su recompensa".

Por su parte, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y el vicepresidente de la Diputación Provincial, Víctor Alonso Monge, señalaron la importancia de la figura de Manuel Fariña en el impulso de la Denominación de Origen Toro, así como su decidida apuesta por elaborar unos vinos innovadores.

Tras recoger el premio, Fariña agradeció el reconocimiento y recordó sus estudios de Enología en Requena, donde vio "un mundo enorme de viticultura: enormes extensiones, bodegas muy grandes y en el Puerto de Valencia siempre había un barco cargando vino". "Vi que el mundo del vino podía llegar a ser inmenso", aseguró el bodeguero.