Toro ha revivido una de sus fiestas más entrañables, en la que los toresanos demuestran desde el corazón la profunda devoción que sienten por su patrona, la Virgen del Canto. Tras dos años en los que la pandemia obligó a limitar la celebración al culto religioso, la cofradía y la corte de la Virgen del Canto recuperaron algunos de los actos que forman parte de las tradiciones más enraizadas en la historia de la ciudad.
Así, la Plaza Mayor, volvió a convertirse en el punto de encuentro de toresanos que, ataviados con sus mejores galas, formaron parte de la comitiva que recorrió las angostas calles de la ciudad hasta la ermita de la patrona, desfile en el que también se integraron autoridades locales, responsables de la hermandad y la corte, los cofrades que este año organizan la fiesta o la Banda de Música “La Lira.
Para una fiesta tan especial, los toresanos se engalanaron con capas y sombrero, mientras que las toresanas lucieron trajes de viuda rica, labradora y otros tradicionales, aunque otras optaron por las mantillas blancas o coloridos mantones. Muchos de los participantes en el desfile portaron entre sus manos ramos de flores que entregaron a su llegada a la ermita para honrar a la Virgen del Canto en la tradicional ofrenda.
Un año más, la ermita se quedó pequeña para albergar a todos los toresanos que quisieron participar en la solemne eucaristía y muchos siguieron la ceremonia religiosa desde el atrio. Seis sacerdotes concelebraron la misa de fiesta que fue muy especial para el párroco Juan José Carbajo, porque en pocos días abandonara Toro para seguir desempeñando sus funciones en otro destino.
Visiblemente emocionado, Carbajo matizó en su homilía que, cada 8 de septiembre, Toro celebra el “cumpleaños” de la Virgen, que lleva asociado un “protocolo” de celebración que se repite entre familiares o grupos de amigos. En el caso del "cumpleaños" de la Virgen, como apuntó el párroco, “los beneficiarios” son los toresanos, porque se reúnen en su “casa” cargados de “peticiones y deseos”. A cambio, la patrona regala a los toresanos “su caricia de viento suave, su mirada y el fruto bendito de su vientre”.
Para cerrar la homilía y en clave de despedida, Carbajo reconoció sentir melancolía por “dejar una tierra que es mía”, a la vez que precisó que “siempre seré y me sentiré toresano”, sinceras palabras que arrancaron un aplauso de los vecinos congregados en la ermita. Una vez concluida la misa los toresanos desfilaron de nuevo hasta la Plaza Mayor en la que, por la tarde, la Banda La Lira ofrecerá el tradicional concierto en honor de la patrona y será prendida la traca fin de fiesta.
Fiesta en Vezdemarbán
Otro municipio de la comarca, Vezdemarbán también ha celebrado este 8 de septiembre la fiesta de su patrona, la Virgen de la Cuesta. Numerosos vecinos asistieron a la misa oficiada por el párroco, Jesús Campos, en honor de la patrona, en la que también participaron los quintos de la localidad, que el pasado miércoles inauguraron las fiestas con su pregón.
La Virgen de la Cuesta unió a los marbanos en la eucaristía y estará muy presente en el resto de actos organizados por el Ayuntamiento para celebrar las fiestas de Vezdemarbán.
Los festejos proseguirán este viernes 9 de septiembre con la carrera de cintas, un encierro, hinchables y una macrodiscoteca. Los marbanos disfrutarán el sábado de una paellada popular, un encierro campero, espectáculos de teatro, humor y magia o un concierto. Las fiestas en honor de la Virgen de la Cuesta serán clausuradas el domingo con juegos tradicionales, la carrera infantil de cintas, bailes flamencos y una merienda popular.
