Las fiestas de San Agustín no son solo sinónimo de diversión. La imaginación, la magia y la ilusión están muy presentes en algunos actos festivos y, de forma especial, en el tradicional desfile de carrozas que ayer volvió a recorrer las calles de Toro y que fue seguido por miles de personas.

El desfile volvió a impresionar a toresanos y turistas, que disfrutaron de uno de los espectáculos más esperados de las fiestas y que, en las dos últimas ediciones, no pudo recorrer la ciudad por la pandemia. Diez carrozas conformaron la comitiva festiva, cuyo discurrir por las calles fue amenizado con música.

El desfile cautivó a niños y mayores que pudieron disfrutar del arte, la creatividad y la imaginación de especialistas en la creación de carrozas. La charanga “El Flow” abrió el desfile, seguida de la carroza “La tortuga” creada por Juan Pedro Álvarez, que también aportó la obra que emulaba un carruaje de caballos. La empresa toresana “Carrozas Tauro” dejó huella en el desfile con las obras “Duende de la suerte”, “Los Minions en Venecia” y “La Guardia Real”.

Otro especialista toresano, José Luis Carrasco “Barriga”, dejó su impronta en el espectáculo con una carroza titulada “Hasta siempre”. El resto de las carrozas que desfilaron por las calles de Toro llevaban el sello inconfundible de Rufino González “Rurro”, que volvió a sorprender al público con los montajes de luz y color titulados “Estrella fugaz”, “Piratas del Caribe”, “Carnaval veneciano” y el que cerró la comitiva, “Tren de Campanilla”.

Niños atentos saludan desde la carroza. | M. J. C.

Al mágico espectáculo se sumaron “La Lira” y la banda de cornetas y tambores “Bendito Cristo de las Tres Caídas”, así como los toresanos Carbonero, Bacillo y Floren, que volvieron a demostrar su implicación en cualquier fiesta. El grupo de batucada “La Torzida” de Valladolid, el de Majorettes de Carbajosa de la Sagrada y la banda de gaitas “As Portelas” de Lubián imprimieron el ritmo festivo a un desfile inolvidable.

Momento durante el desfile. | M. J. C.