Toro honra al Cristo de las Batallas
Numerosos toresanos renuevan su devoción al patrón de la ciudad en las misas oficiadas en la ermita y disfrutan de una jornada de convivencia en la pradera
Tras dos años en los que la pandemia y las restricciones han limitado la celebración de la fiesta del patrón de la ciudad, los toresanos han renovado este Lunes de Pentecostés su devoción al Cristo de las Batallas.
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Familiares y amigoshan vuelto a reencontrarse en la pradera y han asistido a las eucaristías por diferentes intenciones que, desde las 8.00 y hasta las 12.00 horas se han oficiado en la ermita de Santa María de la Vega que, durante todo el año, custodia la venerada imagen del patrón de Toro.
El obispo emérito de León, el toresano Julián López, ha presidido la misa de fiesta, concelebrada con otros siete sacerdotes y que ha reunido en el templo a cofrades, abades en ejercicio autoridades y numerosos vecinos que, con sumo respeto, han vuelto a encomendarse al Cristo de las Batallas, al que han implorado protección y al que han mostrado abiertamente su fe y devoción.
El obispo emérito de León cerró la eucaristía recordando a los feligreses que el amor y la devoción al Cristo de las Batallas y a la Virgen del Canto son señas de identidad de Toro que no deben perderse y que tienen que ser transmitidas a las nuevas generaciones para que perduren en el tiempo.
Por primera vez en la historia de la cofradía del Cristo de las Batallas, tres generaciones de una misma familia desempeñan este año con intenso honor el cargo de abad.
Con 87 años, Victoriano Fortuoso Andrés, ha compartido con su hijo y su nieto, Elías Fortuoso Vinagre y Miguel Fortuoso Álvarez, respectivamente, la emoción de portar la vara de abad de una cofradía a la que las tres generaciones se sienten muy unidas por una misma razón: la devoción al Cristo de las Batallas.
Una vez concluida la misa de fiesta, los cofrades e invitados han disfrutado de un aperitivo en la hospedería del Cristo de las Batallas, mientras que numerosos toresanos se dirigieron a la pradera para preparar el típico almuerzo campero con el que disfrutar de una jornada de romería que, tras dos años de limitaciones, ha vuelto a unir a la ciudad en torno a la imagen de su patrón.
Ya por la tarde, la cofradía celebrará la tradicional procesión, en la que el Cristo de las Batallas recorrerá la pradera, desfile durante el que será arropado por sus fieles devotos.