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La DO Vino de Toro amplía sus variedades de uva con la inclusión de albillo y moscatel

El cambio del pliego de condiciones afecta también a los vinos elaborados con garnacha y al rendimiento de la tinta de Toro

La DO Vino de Toro amplía sus variedades de uva con la inclusión de albillo y moscatel

La Denominación de Origen del Vino de Toro confía en adaptarse a la demanda de los consumidores con los cambios introducidos en su pliego de condiciones, así como aumentar su cuota de mercado en otros segmentos con la incorporación de dos nuevas variedades de uva: albillo real y moscatel de grano menudo. El Consejo Regulador confirmó ayer que la comisión de Agricultura Europea ha ratificado recientemente las modificaciones introducidas en el pliego de condiciones, normativa que entró en vigor el pasado 11 de enero.

Entre otros cambios introducidos, el órgano vinícola toresano destacó la incorporación de dos tipos de uva blanca tradicionales en la zona, albillo real y moscatel de grano menudo, a las cuatro ya amparadas por la Denominación de Origen, variedades que podrán utilizar las bodegas para elaborar vinos blancos o rosados y que podrán comercializar al amparo del sello de calidad. Otra de las modificaciones aprobadas es la posibilidad de calificar y comercializar como vinos tintos de la Denominación de Origen los monovarietales elaborados con la variedad garnacha en todas sus gamas: joven, joven roble, crianza, reserva y gran reserva.

Así, las bodegas podrán elaborar sus vinos con, al menos el 85% de uvas de la variedad garnacha y el resto con tinta de Toro, lo que abre un nuevo abanico de posibilidades para adaptar los tintos de la zona a las tendencias del mercado en el que los monovarietales de garnacha son cada vez más demandados por los consumidores. Por otra parte, el ente regulador destacó que otro cambio del pliego de condiciones afecta al incremento del rendimiento de uva máximo permitido por hectárea de la variedad autóctona tinta de Toro y que se amplía hasta los 7.500 kilos.

Con esta variación se pretende adaptar la normativa técnica a las nuevas tendencias y realidades del viñedo, ya que las nuevas plantaciones, mayoritariamente cultivadas en espaldera y con apoyo del riego, suponen más del 25% de la superficie total. Así, los viñedos de tinta de Toro podrán alcanzar un mayor rendimiento al establecido en 1987, época en la que la totalidad del viñedo se cultivó en vaso. Así, el incremento del rendimiento, según el ente regulador, “es totalmente compatible con el mantenimiento de la calidad de la que gozan nuestros vinos y, en particular, los elaborados con la tinta de Toro, variedad que representa alrededor del 90% de la Denominación de Origen. Con los cambios reseñados, el Consejo Regulador apuesta por la constante renovación, la innovación y el futuro, con el objetivo de incrementar sus ventas que, el pasado año y pese a la pandemia del COVID, alcanzaron un récord con 15,4 millones de botellas, un 2% más que en 2019.

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