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Manuel Vergel Sánchez | Estudiante de Bellas Artes en la USAL

"El arte como terapia me sirvió para superar una etapa difícil en mi vida"

"El primer sitio donde me gustaría exponer de manera individual es Toro, mi ciudad"

"El arte como terapia me sirvió para superar una etapa difícil en mi vida"Cedida

"Arte como terapia". Una idea de Manuel Vergel Sánchez, un joven toresano de 22 años que actualmente estudia cuarto de Bellas Artes en Salamanca. Además, el futuro pintor también expuso en Salamanca una de sus obras sobre el alzhéimer, aunque, verdaderamente su sueño es exponer en Toro, su ciudad.

-¿Por qué comenzó a pintar?

-Creo que cuando comencé a pintar era más por un tema de distracción, pero con el paso del tiempo ya iba viendo que me apoyaba en ello. Cuando tenía una mala situación me enfocaba en dibujar. Al principio comencé a pintar retratos, cosas concretas, pero cuando me empecé a interesar, sobre los nueve años, ya comencé a ir a ir a dibujar con Jesús Pinilla. Recuerdo que iba a dibujar con gente más mayor que yo durante dos o tres años. Allí es donde empecé a pintar y dibujar de una manera más profesional. Después de eso hice un parón, desde un punto de vista más experto, aunque sí que he seguido dibujando y pintando por mi cuenta.

-¿Cómo decidió empezar a estudiar la carrera de Bellas Artes?

-Aunque siempre se me dio muy bien pintar, comencé estudiando la carrera de ingeniería. Nunca me había planteado comenzar Bellas Artes de un modo más académico ya que yo lo veía como una especie de hobbie que lo utilizaba para desestresarme. Al principio no me quería dedicar a eso, hasta que me di cuenta en la carrera de ingeniería de que no era lo mío. En ese momento es cuando decidí comenzar a estudiar Bellas Artes. El primer año comencé y no sabía dónde me había metido ya que el nivel de dibujo era muy alto, aunque ya en el tercer curso tienes esa libertad por la que puede hacer lo que más te guste.

-¿Qué significa para usted lo que hace?

-Actualmente es algo que utilizo para apoyarme. Todo comenzó este año cuando falleció mi abuelo y comencé a pintar de una forma muy compulsiva. En estos momentos la pintura me sirvió para pasar una mala etapa. A partir de este momento también comencé a darme cuenta que estaba empezando a trabajar en torno a una misma temática, de la que iba a seguir trabajando. Empecé a hacer varios cuadros sobre el alzhéimer, lo que me está ayudando a superarlo y no estar pensando en eso todo el rato. Ha sido como una terapia personal. "El arte como terapia" es un proyecto que tengo en mente para el año que viene.

-¿Actualmente está trabajando siguiendo ese tema?

-Sí, quiero trabajar ahora temáticas que me han afectado a mí personalmente y las que pueden afectar a la sociedad en general, ya que no eres consciente hasta que no lo vive alguien cerca de ti. Es una enfermedad muy dura que no solamente afecta a la memoria del enfermo, sino que es mucho más. Se olvida de ti y de todo, y una fase muy dura es cuando de repente se pone a llorar recordando algún momento puntual solamente por verte unos segundos.

-De esa temática relacionada con el alzhéimer, ¿cuántas obras tiene?

-El primer cuadro lo llamé "Mirada y desgaste". Después hice otro que lo denominé: "Temor fugado", un díptico en el que mientras una parte representa a la figura de mi abuelo de hace cinco o seis años, en el otro se puede ver su cara de varios meses antes de su fallecimiento. Con ello quiero representar que el alzhéimer es una enfermedad en la que no solamente se olvidan las cosas, quiero reflejar que cambia todo. Un tercer cuadro quiere representar la figura de un cerebro. Para esta obra busqué información de "cómo afecta el alzhéimer al cerebro". Y eso es lo que he querido expresar en la imagen.

-Se presentó a una exposición en Salamanca, ¿cómo fue la experiencia?

-Concretamente me presenté al concurso de San Marcos, uno que hacen una vez al año en Salamanca. Allí presenté la primera de mis obras: "Mirada y desgaste". Salieron las listas y vi mi nombre al final, y cuando vi que me cogieron me puse muy contento, no me lo podía creer. El día que la inauguraron vinieron mis padres y mi abuela, ya que es la principal protagonista de la obra.

-¿La obra tuvo una buena acogida?

- Más que ver a la gente, me gustó ver que mi obra tuvo reconocimiento. A parte del día de la inauguración me solía pasar días sueltos y ahí sí que había personas que me preguntaban sobre la obra. Yo les explicaba cómo lo había hecho y cuál era su temática. Recuerdo también que una señora fue a mi facultad me vio mientras estaba pintando otro cuadro y supo al instante que el cuadro de la exposición era mío, lo que me sorprendió. Seguramente sea por el tipo de técnica, ya que cada uno ya tiene una manera concreta y personal de pintar.

-¿Dónde más le gustaría exponer?

-La verdad que el primer sitio para exponer de forma individual me gustaría que fuese Toro, y concretamente con esta temática. Además, en el caso de que salga la exposición algún día también me gustaría hablar con la asociación de alzhéimer de Toro para que se den charlas y que se hablase sobre ello durante el periodo que se expongan las obras.

-¿Qué ideas futuras tiene en mente?

-En principio comenzar a hacer el Trabajo Fin de Grado sobre el "arte como terapia" y dedicarle el año entero a eso. Ahora estoy empezando a trabajar, a través de una colección de fotografías antiguas de mi abuelo, una serie a la que se le puede denominar: "recuerdos perdidos". Una de las fotografías que voy a trasladar a la pintura es una a la que tengo especial cariño y me trae muchos recuerdos ya que es la que mi abuelo siempre se llevaba al centro del alzhéimer. Siempre la llevaba con él.

-¿Qué siente cuando pinta?

-Cuando pinto me gusta ponerme los casos y la música que más me gusta. Cuando pinto estoy en una nube, me apasiona pintar. Además me relajo muchísimo, me evado de todo.

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