En pocos años, David Rivas se ha convertido en uno de los compositores musicales con más proyección del país. Por sus méritos, su talento y su implicación en la vida cultural de la ciudad, este año será el encargado de pregonar las fiestas de San Agustín, durante un acto que se celebrará el viernes, a las 21.00 horas, en la Plaza Mayor de Toro.

-¿Le ha sorprendido su elección como pregonero?

-Me sorprendió porque si me lo hubieran propuesto en el primer año de mandato del actual equipo de Gobierno la gente podría interpretar que era una recompensa a mi colaboración como asesor de la concejalía de Cultura o a que me implico en la vida de la ciudad. Sin embargo, mi elección coincide con el último año de mandato y considero que hay que mucha gente que puede ser candidata a este honor.

-En su presentación como pregonero confesó que no le dieron opciones a pensar si aceptaba o no el reto...

- La verdad es que no me dieron opción, ya que el concejal de Fiestas, Juan Antonio Rodríguez me dijo: David das al pregón el 24 de agosto. Aunque le pedí que me dejara pensarlo no ha habido opción. Aunque la propuesta me sorprendió, después de valorarla considero que es una suerte.

-¿Considera que ser elegido pregonero es un reconocimiento que le rinde su ciudad natal?

- Exacto. La decisión la tienen que tomar unos dirigentes políticos, pero creo que se adopta después de sondear a la sociedad. Es cierto que en los tres últimos años la gente me para por la calle, se alegra por lo que me pasa y soy una persona a la que siempre me ha gustado llevar a Toro por bandera. Por eso considero que pregonar las fiestas de San Agustín es un reconocimiento de mi ciudad y un doble premio.

-¿Qué mensaje tratará de transmitir con su pregón?

-He tratado de hacer un guiño a la música porque es mi vida y mi pasión y, aunque la música estará presente, el pregón lo he estructurado en cuatro partes. En la primera afirmo que el pregón es una de las partituras en blanco a las que me he tenido que enfrentar que más me ha costado, ya que si me hubieran pedido que creara un pasodoble para las fiestas me hubiera resultado más sencillo. Por este motivo, pediré a las personas que asistan al pregón que me permitan imaginar que desde el atril voy a componer una pequeña sinfonía en cuatro movimientos. En el pregón me acompañará mi buen amigo José Ángel Jiménez, que ha creado la música original para cada uno de los apartados.

- ¿Puede avanzar algún detalle de su discurso?

-El primer movimiento es un "andante" agradecido, como lo estoy yo por este honor. En este capítulo daré las gracias al Ayuntamiento, a mi familia y a los ciudadanos porque, gracias a su cariño y cercanía, he sido elegido pregonero. El segundo movimiento es un largo nostálgico con el que haré un recorrido por mis vivencias en Toro desde mi infancia y por mis vivencias con personas y, aunque algunas desgraciadamente ya no están, tuve la suerte de conocerlas gracias a mi padre. Igualmente recordaré a mis abuelos o cuando entré en la Banda La Lira y era el músico más pequeño. Esta parte va a ser muy sentimental y emotiva.

- ¿Cuál es el contenido del resto de apartados?

-El tercer movimiento es un scherzo vivace o vivo y se centra en cómo me siento yo en la actualidad, ya que tengo un trabajo que me permite transmitir mi pasión por la música a la juventud toresana. En este tercer capítulo también hago una pequeña reivindicación, ya que considero que está muy bien criticar lo que nos gusta menos o lo que está mal, pero creo que también es bueno ensalzar lo positivo. Por este motivo, en el pregón invitó a los toresanos a que se sientan orgullosos y que, al igual que yo me siento vivo, la propia ciudad debería sentirse viva porque tiene motivos para ello. En el pregón también rendiré un homenaje a Jesús López Cobos, un modelo que me sirve para seguir y que, aunque en marzo pasó a ser una leyenda, sus restos descansan en Toro. El último movimiento es un "allegro" optimista en el que invito a mirar al futuro con optimismo, porque entre todos podemos conseguir una ciudad mejor.

- ¿Cómo disfruta de las fiestas de San Agustín?

-Las fiestas las vivo intensamente porque además me sirven para evadirme. Siempre digo que tengo la suerte de pertenecer a una peña con solera, La Greña, y de que ninguno de mis amigos sea músico. Aunque la música es mi pasión, si mi pandilla estuviera integrada por 23 músicos, al final nuestros proyectos y nuestra música estaría muy presente. Por este motivo, cuando empieza "La mojada" desconecto y no me acuerdo de una corchea hasta primeros de septiembre cuando vuelvo al trabajo en el instituto.

- ¿Las fiestas son un paréntesis antes de comenzar una temporada llena de proyectos?

-Aunque vivo intensamente las fiestas son un punto de inflexión porque la nueva temporada va a tener un ritmo frenético. De hecho, para la nueva temporada me han pedido ya algunas cosas que no puedo hacer, pero esto no lo digo como una queja sino con satisfacción porque a veces me siento tan desbordado, no solo por el trabajo sino por la repercusión de mis obras, que tengo que reconocer que ni en mis mejores sueños podía imaginar lo que me está pasando. No obstante, es cierto que detrás hay muchos años de trabajo, de llamar a muchas puertas, de luchar y de estudiar.

- ¿Puede avanzar sus nuevos proyectos musicales?

-En la nueva temporada algunas de mis obras serán estrenadas en Estados Unidos o Italia, aunque también tengo encargos importantes y formaré parte como jurado de algunos certámenes. Además, aunque ya tengo algunos discos en los que se han incluido obras mías, el próximo año se editará mi primer CD con cinco de mis obras sinfónicas interpretadas por una banda profesional, dirigida por uno de los mejores directores de Europa y que grabaremos en marzo. Además, tengo previsto realizar muchos viajes y asistir a conciertos monográficos de mis obras o seguir en contacto con la Comunidad Valenciana que es la cuna de la música para banda.

-¿Dónde está el límite de David Rivas como compositor?

-Creo que es bueno tener los pies en el suelo y saber donde estás. Más que ponerme límites, lo importante es que las cosas vayan pasando, que pueda seguir estudiando y formándome porque, ante todo, hay que ser persona. Ya decía López Cobos que, en este mundo, el 50 por ciento es música y el otro 50 por ciento psicología o humanidad y eso es lo más importante porque, al final, trabajamos con personas y puedes ser un buen compositor pero si a nadie le interesa tu obra, el esfuerzo no vale para nada. No obstante, siempre es bueno tener ese punto de ilusión y de sueños y hay que disfrutar con lo que viene, pero sin ponerse límites porque también es una forma de crecer, tanto a nivel personal como artístico.

-Asegura que hay que mirar al futuro con optimismo, pero ¿cuál es el futuro que augura para Toro?

-Toro es una ciudad que tiene un gran potencial, no solo por el patrimonio o el turismo sino por la sociedad, ya que como cuento en el pregón, en Toro celebramos hasta la feria de abril y con arte. No obstante vería mejor el futuro si los toresanos se concienciaran de ese potencial, en lugar de ser pesimistas. Si nos uniéramos más, si cada uno desde su parcela aportara su granito de arena y si no nos centráramos solamente en lo negativo, el futuro sería mejor. Toro cuenta con un diamante en bruto que es la industria del vino, al que hay que sumar el turismo. También tenemos cantera en el deporte, el arte o la música o gente con mucho talento que participa en el carnaval o en las carrozas. Tenemos que potenciar todo esto porque Toro puede tener un buen futuro, pero hay que reaccionar y luchar por nuestro pueblo, pero solo conseguiremos este objetivo si estamos unidos.