Bajo un ambiente festivo con aroma a solidaridad y tauromaquia se celebró ayer en la plaza de toros de la ciudad la trigésimo octava edición de la becerrada benéfica. En esta ocasión los fondos recaudados durante la corrida fueron destinados a la Asociación Zamora con el Sahara. Una organización que destinará la recaudación para su programa "Vacaciones en Paz" por el que decenas de niños saharauis pasan sus vacaciones o el curso escolar tanto en Toro como en Zamora capital.

El espectáculo contó con la presencia de numeroso público en el graderío del coso. Tomaron partida los matadores Andrés Izquierdo San José, Pablo Mozo González, Jerónimo Sánchez y los cortadores Cristian Manso Pirés y Santiago Conde. El propio Conde y Jerónimo Sánchez sustituyeron en el cartel a Víctor González Hernández "el Víctor" y David Rubio "Torero".

Los protagonistas principales del festejo taurino se enfrentaron, acompañados por sus respectivas cuadrillas, a cinco becerras de la ganadería de Pedro Caminero en un espectáculo donde José María Rodríguez ejercicio de director de lidia quien donó la tasa de la dirección para colaborar con el proyecto solidario a favor de los niños saharauis. También participó la Banda Municipal de Música "La Lira" que amenizó la jornada con sus notas musicales y pasodobles bajo la dirección de Casimiro García.

La actuación de los recortadores y sus excelentes ejercicios ante los astados fueron reconocidos por el público del tendido saltos a la vaca realizado. Santi Conde y su cuadrilla iban vestidos de sevillana y protagonizaron un momento gracioso al salir de toriles cuando esperaba a la vaca a puerta gayola.

Un momento especialmente emotivo fue cuando se dedicó un minuto de silencio, a la finalización del paseíllo que marcaba el inicio de la becerrada benéfica, en memoria del torero Víctor Barrio y del toresano recientemente fallecido Germán Sevillano, quien todos los años ponía su nota de humor en el festival.

El publicó disfrutó con las notas de humor de los participantes así como con el estilo de toreo y el amplio y variado repertorio taurino que mostraron los participantes.

La entrada general tenía un coste de 8 euros, 12 en balconcillo y 6 las peñas, y se habilitó también una fila 0 destinada todo aquel que quisiera colaborar a pesar de no haber podido asistir al mismo. La calurosa jornada hizo que el respetable buscar los tendidos de sombra como el que huye del fuego. Algo por lo demás típico de las tardes de toros en cualquier plaza que se precie y esté dispuesto a vivir grandes momentos.

Por otra parte, la carne de la becerrada se venderá el próximo lunes 29 de agosto en la carnicería "Pedro y Paquita" ubicada en el mercado de abastos.