La Coronación de Espinas cumple 25 años

Los cargadores rememoran la primera salida, en el Jueves Santo de 1999, del paso tallado por Higinio Vázquez que el Ayuntamiento donó a la Vera Cruz

La Coronación de Espinas.

La Coronación de Espinas. / A. B.

La Coronación de Espinas cumple sus "bodas de plata". El paso de la Vera Cruz procesionó por primera vez en el Jueves Santo de 1999, día 1 de abril, y los cargadores y excargadores celebran en este 2023 su vigésimoquinto Jueves Santo, esperando con ilusión el momento en el que su paso salga de San Andrés para volver a bailar por las rúas de Zamora.

Este paso, uno de los más grandes y pesados de los que procesionan a hombros en la Semana Santa de Zamora, es obra del imaginero Higinio Vázquez. El artista natural de El Pego recibió el encargo del entonces presidente de la Vera Cruz, Chano Lorenzo, el 6 de marzo de 1996, y la asamblea aprobó el proyecto en 1997.

A la izquierda, la cargadora Amparo Burgos en 2016. A la derecha, acto de entrega del paso a la cofradía en 1999, con los cargadores de hace 25 años, el presidente de la Vera Cruz, Chano Lorenzo, el alcalde de Zamora, Antonio Vázquez y el imaginero Higinio Vázquez.

Llavero y pin conmemorativos del 25.º aniversario del paso. / A. B.

El conjunto escultórico, de alguna manera, tiene algo de todos los zamoranos, ya que fue una donación del Ayuntamiento a la Cofradía de la Santa Vera Cruz. El Gobierno Local de Antonio Vázquez invirtió 12.500.000 pesetas en costear el último paso que incorporó la ciudad a su Semana Santa en el siglo XX. Dos años más tarde, ya en 2001, la Vera Cruz estrenaría El lavatorio de los pies –también de Higinio Vázquez– y el Santo Entierro La Conversión del Centurión.

Higinio Vázquez trabajó en La Coronación de Espinas entre los años 1998 y 1999 en su taller en la madrileña calle Vicente Caballero. El artista zamorano concibió un paso que entronca la escultura contemporánea con la tradición imaginera de la ciudad. Su proceso de inspiración comenzó estudiando todos y cada uno de los pasos de la cofradía "recreándome en lo mejor", explicaba el autor cuando entregó su obra a la cofradía, el 29 de marzo de 1999, Lunes Santo, a las puertas del Museo de Semana Santa.

Pañuelo para los cargadores de La Coronación de Espinas en el 25.º aniversario del paso.

Pañuelo para los cargadores de La Coronación de Espinas en el 25.º aniversario del paso.

La composición ideada por Vázquez gira en torno a Jesús, sentado en el pretorio mientras el resto de personajes le hacen burla. Un soldado coloca una corona de espinas sobre la cabeza de Jesús, el Sumo Sacerdote, erguido, señala al pueblo con su mano derecha, un sayón semidesnudo, agachado, le saca la lengua y le golpea con una vara. La quinta figura es un centurión impertérrito, que mira al Hijo de Dios con indiferencia.

Más de una tonelada a hombros

Los rostros de La Coronación parecen vivos e inspiran en el observador rabia por la humillación a la que someten a Jesús. Para imprimir de humanidad a sus personajes, Higinio Vázquez se inspiró en quienes tenía a su alrededor. Según él mismo ha confesado el sacerdote es un vecino suyo y el sayón burlón tiene "algo" de su propio hijo en la expresión, "aunque la cara no sea de él". El romano que coloca las espinas sobre Jesús recuerda a un célebre zamorano, Julio Mostajo, y el centurión es un vivo retrato de un colaborador de Vázquez.

LA CORONACION DE ESPINAS

LA CORONACION DE ESPINAS / EMILIO FRAILE

Los cinco personajes de La Coronación de Espinas están hechos prácticamente a tamaño natural, el soldado y el sumo sacerdote miden 1,76 metros de altura, y el centurión se eleva hasta los 1,81 metros. Jesús, la figura que más destaca, mide 1,55 metros pese a estar sentado. Cada una de ellas pesa unos 70 kilos, 75 en el caso del sacerdote. El sayón, la más pequeña, alcanza los 58 kilos y mide 1,15 metros en su posición de cuclillas.

Procesiona sobre una mesa tallada por el zamorano José Antonio Pérez, hecha en cerezo y adornada con motivos vegetales, con el escudo de la cofradía y los instrumentos de martirio de Jesús. La estructura y banzos son del carpintero Luis López Díez.

La Coronación de Espinas cumple 25 años

Los cargaadores de La Coronación de espinas en 2018 / A. B.

En su conjunto, figura y mesas, suman 1.075 kilogramos. El paso salió a la calle en su primer Jueves Santo con 36 cargadores, aunque ha llegado a tener 40, por lo que llevan cada uno de ellos entre 27 y 30 kilos sobre sus hombros.

Dentro de la plantilla de cargadores de La Coronación está la primera mujer que se metió debajo de un paso de la Vera Cruz, Amparo Burgos, que se estrenó en el año 2016, aunque ya tenía algo de experiencia llevando los banzos de Jesús de Luz y Vida, donde aún sigue cargando. Tras llegar a la estación de la Catedral ese Jueves Santo, Amparo hablaba emocionada a este periódico del "efecto piña" que viven los hermanos debajo del paso pese a lo exigente que puede ser para el cuerpo llevar tanto peso en ciertos momentos, y defendía que las mujeres tienen "la misma capacidad para ser cargadoras" que los hombres, aunque "hay que prepararse, hacer ejercicio antes de cargar".

La Coronación de Espinas cumple 25 años

Amparo Burgos, mujer cargadora en La Coronación de espinas. / A. B.

Primera vez en la calle

Ese "efecto piña" comenzó a fraguarse en la víspera del acto de entrega del paso a la cofradía. En la tarde-noche del Domingo de Ramos de 1999 los cargadores hicieron su primer ensayo desde la panera de la Junta Pro Semana Santa hasta la plaza Catedral, con el paso tapado. "Para la mayoría de nosotros era la primera vez que tocábamos un banzo", recuerda Mariano Fernández, uno de los integrantes de la plantilla de cargadores original. Sin experiencia y sin un tambor marcando el ritmo la carrera se hizo bastante dura, hasta que "alguien sacó un radiocasete, con una cinta de marchas procesionales, que colocó sobre la mesa", lo que motivó a los jóvenes cargadores, que vivieron un regreso mucho más liviano hasta el Museo de Semana Santa.

29 de marzo de 1999, acto de presentación de entrega de La Coronación de espinas a la Cofradía de la Vera Cruz. En la imagen, los cargadores; el presidente de la Vera Cruz, Chano Lorenzo; el alcalde de Zamora, Antonio Vázquez y el imaginero autor del paso, Higinio Vázquez.

29 de marzo de 1999, acto de presentación de entrega de La Coronación de espinas a la Cofradía de la Vera Cruz. En la imagen, los cargadores; el presidente de la Vera Cruz, Chano Lorenzo; el alcalde de Zamora, Antonio Vázquez y el imaginero autor del paso, Higinio Vázquez. / FELMAR

Cuatro días más tarde, los novatos cargadores "triunfaron" en su primer Jueves Santo. El paso fue presentado a la ciudad y bendecido por el obispo en un acto que se celebró en la Plaza Mayor, tras lo cual la procesión acortó su recorrido habitual, dirigiéndose directamente a la Catedral sin dar la vuelta por la calle San Andrés y la plaza del Mercado.

Pedro Julián fue el primer jefe de paso, y en 2012 le tomó el relevo Chano Lorenzo (hijo). Otro de los hitos de estos 25 años de historia se vivió en 2018, cuando la plantilla rindió un sentido homenaje a Higinio Vázquez con motivo del vigésimo aniversario de su paso. El escultor recibió una placa que encargaron los propios hermanos cargadores.

La Coronación de espinas en la procesión del año 2018.

La Coronación de espinas en la procesión del año 2018. / JAVIER DE LA FUENTE

Para este 25 aniversario, los hermanos de paso de La Coronación han diseñado un logo conmemorativo con el XXV en números romanos y la corona de espinas que ya han reproducido en pines, llaveros, pañuelos y hasta en un obsequio para los integrantes de la banda de música de Veguellina del Órbigo (León), que es la que ha acompañado al paso en la mayor parte de estos Jueves Santos. También han impreso láminas conmemorativas del aniversario y un marcapáginas.

Su intención es organizar una conferencia en el mes de septiembre y tienen el deseo de que su paso pueda acompañar a la Santa Cruz en la procesión de la Exaltación de la Cruz, algo que no es seguro aún, ya que la mesa de La Coronación será llevada a un taller después de Semana Santa para sustituir los banzos de madera por una nueva estructura de aluminio, más ligera.

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