La lluvia respetó la tarde y noche del Miércoles Santo en Fuentesaúco y permitió la salida de las procesiones de la Cofradía del Ecce Homo y el Silencio. La primera desfiló poco antes de las diez de la noche, tras la misa, aunque ante la amenaza de lluvia los cofrades optaron por proteger con un plástico el paso del Ecce Homo y acelerar el recorrido. Con sus túnicas blancas y capirotes morados, los cofrades pudieron completar la procesión acompañados por numerosos saucanos. La procesión del Silencio también pudo salir con normalidad a su hora, las doce de la noche, con tan buena suerte que nada más entrar el Cristo de la Agonía en la Iglesia empezaron a caer las primeras gotas. La talla del Crucificado pudo lucir así con todo su esplendor, acompañada por los devotos y cofrades, que en este caso lucen túnica blanca y caperuz rojo.