-El delegado diocesano de Patrimonio afirma que la escasez de escultura románica en Zamora quizá se deba a la ausencia de maestros canteros en este territorio o la falta de medios, ¿está de acuerdo?

-En nuestro estudio llegamos a la misma conclusión. Es llamativo que solo conservemos cuatro o cinco crucificados, algunos de ellos muy modificados. Tenemos ejemplares importantes en el Museo Marés de Barcelona procedentes de Toro y de algún convento de la provincia. Lo que más conservamos en Zamora son vírgenes. Nuestra escultura es tardorrománica y, por lo tanto, "amueblar" las iglesias no debió de ser algo inmediato. Además, muchas imágenes en desuso se enterraban o emparedaban o se enterraban porque estaba prohibido quemarlas. Aquí tenemos el ejemplo del Cristo del Espíritu Santo, emparedado por una cuestión similar.

-¿Cree que hay algún otro Cristo del Espíritu Santo entre las paredes de alguna iglesia por descubrir?

-Casi seguro, aunque no sé si tan bueno como el del Espíritu Santo. Pueden aparecer de la misma forma que lo han hecho pinturas escondidas durante los últimos años. Quién iba a decir que en la Catedral iban a encontrarse los sepulcros que se han descubierto. Sin embargo, creo que esto es más probable en las iglesias rurales, que son más desconocidas.

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