¿Cómo saber si tengo intolerancia a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa consiste en la aparición de síntomas digestivos tras la ingesta de lactosa debido a la malabsorción de la misma

La intolerancia a la lactosa consiste en la aparición de síntomas digestivos tras la ingesta de lactosa debido a la malabsorción de la misma. La lactosa es el principal azúcar de la leche. Cuando la ingerimos se degrada en el intestino delgado por la acción de una enzima (proteína) llamada 'lactasa'. Una deficiencia o baja actividad de la lactasa conlleva la malabsorción de la lactosa, que se fermenta en el colon provocando síntomas.

Así lo explica la doctora Paola Chaudarcas, médico especialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Infanta Sofia (San Sebastián de los Reyes, Comunidad de Madrid), quien refleja que la causa más frecuente es un déficit primario de lactasa o la no persistencia de la misma, una condición normal en el ser humano, y que consiste en la disminución progresiva de la actividad de la lactasa desde la infancia.

"La prevalencia de esta condición varía según las etnias, pudiendo llegar a afectar al 70% de la población adulta. También se puede deber a un déficit secundario de lactasa en relación a una enfermedad del intestino que provoque la pérdida de la capacidad de producir dicha enzima. Por último, puede deberse a un déficit congénito, que es una entidad muy poco frecuente en la que se produce un déficit de lactasa desde el inicio de la vida", sostiene esta experta.

Puede aparecer en cualquier momento

Además, subraya que puede aparecer en cualquier momento de nuestra vida, dependiendo de la causa puede aparecer en cualquier momento, aunque lo más frecuente es que aparezca en la edad adulta.

Con ello, la doctora Paola Chaudarcas resalta que debemos sospechar de que estamos ante un posible caso de intolerancia a la lactosa cuando tras la ingesta de productos con lactosa aparecen síntomas como dolor abdominal, hinchazón, gases, aumento de ruidos intestinales, diarrea, náuseas y/o vómitos.

Si hemos sufrido una gastroenteritis

Sobre si podemos desarrollar de forma transitoria una intolerancia a la lactosa, por ejemplo, a raíz de una gastroenteritis, esta especialista en aparato digestivo mantiene que sí, y deberse a una deficiencia de lactasa secundaria a una enfermedad intestinal como, por ejemplo, una gastroenteritis aguda. "También puede ser secundaria a otras patologías intestinales, tales como la enfermedad inflamatoria intestinal o la enfermedad celiaca", apostilla.