Literatura en asturleonés en Zamora (XIII) Poesía. Juan Andrés Oria de Rueda

Literatura en asturleonés en Zamora (XIII) Poesía. Juan Andrés Oria de Rueda

Literatura en asturleonés en Zamora (XIII) Poesía. Juan Andrés Oria de Rueda

En el año 2009 la editorial Llibros Filandón sacaba a la luz el poemario Llogas carbayesas de Juan Andrés Oria de Rueda Salgueiro, lo que convertía a este autor de ascendencia zamorana en el primero en publicar un libro escrito enteramente en asturleonés de nuestra provincia. Algunos de sus poemas habían sido difundidos años antes en medios digitales y en la revista El Llumbreiru, pero sin duda su publicación en libro supuso un hito en la dignificación de este idioma en Zamora.

Literatura en asturleonés en Zamora (XIII) Poesía. Juan Andrés Oria de Rueda

Literatura en asturleonés en Zamora (XIII) Poesía. Juan Andrés Oria de Rueda

Tomando como inspiración las tradicionales llogas -composiciones en verso que se recitaban en los pueblos de La Carbayeda (La Carballeda) y de las que ya hablamos en la entrega nº12 de esta serie-, el autor busca una continuidad con una tradición poética de raigón popular que le permite aproximarse de un modo genuino al mundo y a las cosas del entorno. Y lo hace empleando la lengua autóctona, el asturleonés, pues con ella se expresaron siempre los nombres de las plantas, los animales, los ríos o los montes, y bajo ella observaron y se relacionaron con el mundo las generaciones de personas que vivieron aquí durante siglos. Más allá de su voluntad estética, que por supuesto la tiene, este poemario es, como toda literatura escrita en un idioma minorizado, un acto de autoafirmación lingüística y cultural.

Los poemas de Oria de Rueda ofrecen una mirada local e íntima sobre un entorno y una cultura rural en irremediable declive. Son un canto a la vida y a la naturaleza, en los que los elementos del paisaje se observan bajo el prisma casi siempre nostálgico del sujeto poético: “Rieu Ñegru del mieu amore, / Rieu Ñegru, chenu de trueitas, / onde las túas auguas cantan, / onde las túas auguas penan”. Plantas y animales materializan asimismo un sentimiento de pérdida que en mayor o menor medida está presente en todo el poemario: “Carbayu d’El Coutu, / na mía Carbayeda, / ¿cúmo ye que vives, / si sos una lienda?” o también “Ouveyica carbayesa / que pacías na mía tierra, / ¿ónde estás, perlla del alma? / ¿ónde estás? ¡qué ñegra pena!”.

El autor nos habla de un mundo al que la modernidad ha dado la espalda, un universo de palabras y cosas que ha sufrido el estigma secular de una sociedad cuyas aspiraciones se situaban en unas coordenadas muy distantes –geográfica y culturalmente- de este rincón del noroccidente peninsular. Sin renunciar a las formas propias de la poesía popular, y en un lenguaje que nos remite siempre a las tradicionales llogas, en algunos poemas se intensifica ese tono de despedida ante una cultura y una tierra que tantos se han visto obligados a abandonar. Así sucede en los siguientes versos (recordamos que Peica es el nombre tradicional de Peque de la Carballeda):

Adiús del pelegrinu carbayés de Peica

Adiús Virgen Pelegrina,

Adiús que vos deijo en pena,

que me voi pa L’Argentina

a ganare pa outras veigas.

Adiús mayadica chana,

adiús rapacina bella,

adiús mía Madre del alma,

adiús tierrica beneita.

Voime you p’Asturias drechu

a ñavegare en tormientra

nun gran barcu de carbón

pola mare fundidera.

A sacare unos diñeiros

pa ganare la puchera;

falan que se facen ricos

tolos que pa illí s’allegan.

Echónenme los mius tíos,

dicionen qu’estói en fuelga,

llamónene chafalleiru

por vivire probe en Peica.

Fálanme qu’hai oru a esgaya

nas minas de las Américas,

que te puedes facer ricu

con solo unas forcadiellas.

Llevaréi los mius aforros

de tola mísere herencia

en llienzu pardu llobunu

adrento la faldriquera.

¿Cuándo vos volveréi vere?

Atrás vos deijo na ñiebra,

nel fondal quedáis llorando

y you mueiro de la pena.

La lengua empleada en todo el poemario es el leonés centro-occidental, la variante del asturleonés hablada en La Carbayeda, Aliste y varias comarcas de la provincia de León, aunque el autor no renuncia a la inclusión de elementos de otras hablas vecinas, como el senabrés y el cabreirés. Su ligazón con la cultura tradicional se puede observar nuevamente en el siguiente poema, cuyos primeros versos recogen un dicho popular a propósito de una conocida seta de la comarca, el cucurril (en castellano parasol):

Cucurril

Cucurril, cucurrileiru,

¿ónde está’l tou compañeiru?

Cucurril, cucurrileiru.

Nel tiempu la sementeira

hasta facer fríu n’avientu

todos pidimos que salguias

polos urceos y llombeiros.

Nunca quieres ñacer solu,

siempre sales con buen xeitu:

a veces una pareya

y outras veces en carreiru.

Branca ye la túa colore,

you conózote entre mil.

Con esas pintas foscotas

sos bien meyor que’l pernil.

Cuando ñacisti na urrieta,

¡cuidao que yeras puqueiñu!

Arrecoyidu, el tou nome

estoncias ye cucumiellu.

Más alantre yá crecisti,

fecisti un buen cucuxeiru.

Cola patarra prestosa

vente dende los outeiros.

Na fin, y yá tan mayore,

fecístite cucurril.

Yá sos un ricu parauguas.

¡Sal pa fuera nel carril!

Nel llare la ñuesa casa

comémoste con buen xeitu.

Col sal, l’aceite y el pan

faces el meyor pucheiru.

Por llamicas y mayadas

apáñante todos presto.

Cuando chega yá l’outoñu

válesme más qu’el diñeiru.

Cucurril na Carbayeda,

bien beneitu sos pa mi.

¡Ñaz de nuevo nas lladeiras,

ñaz de nuevo, cucurril!

Cucuxeiros pa Las Furnias,

pa l’Andresiellu y La Brea,

facéi favore y que siempre

vos alcuentre na mía Tierra.

Bibliografía

Oria de Rueda Salgueiro, J.A. (2009). Llogas carbayesas. Estorga: Llibros Filandón.