Altura de miras para la alfarería perigüelana

Los barros rojos y el blanco son bandera de la localidad, no representan ningún color político

Cazuelas de Pereruela

Cazuelas de Pereruela / EMILIO FRAILE

Ramón M. Carnero

Ramón M. Carnero

"Altura de miras", pidió el presidente de la Diputación Provincial Javier Fagúndez Domínguez en Pereruela, ante la insignificante presencia de alfareros de Pereruela, sólo dos, en la fiesta de la alfarería del pasado sábado. Añadiendo, después, algo que debería tener muy en cuenta todo el colectivo alfarero, con vistas a la celebración del próximo año, para –dijo- "promocionar en el panorama nacional e internacional un sector económico que crea riqueza y empleo para la localidad y para la provincia de Zamora".

Esa meta en siglos pasados, también con sus diferencias dentro del colectivo, que encumbró la alfarería perigüelana hasta las exposiciones universales de París y Viena del siglo XIX, fue posible porque el colectivo, con los alcaldes a la cabeza, en mil y un concejo celebrados a lo largo de su historia, fueron capaces de buscar fórmulas de acuerdo para hablar como una sola voz, que dejaron por escrito, para luchar por el pan de cada día que eran los barros rojos.

Pido a los que en este momento no hacemos cazuelas, pero seguro que en el pasado hemos tenido familiares que sí las ha hecho, que también luchemos porque no se pierda nuestra seña identidad. Bien claro lo dejaron nuestros antepasados en los concejos abiertos cuando los que estaban presentes respondían por los que no estaban. Eran todos uno

¡Sí, rojos! Pero también blancos. Los barros rojos y el blanco son bandera de la localidad. No representan ningún color político. No son de izquierdas ni de derechas. Por lo que la feria de la exaltación de la alfarería perigüelana en el propio pueblo no debe ser azotada, bajo ningún concepto, por semejantes vaivenes porque puede zozobrar. Se puede ir a pique.

En ello nos va el futuro, o sea la vida, a los perigüelanos. No podemos permitirnos el lujo de perder nuestra seña de identidad. Porque sí, generación tras generación, Pereruela ha llegado hasta aquí ha sido gracias a sus barros. Y los barros no son patrimonio exclusivo del colectivo alfarero. Debemos tener muy presente que Pereruela es privilegiada frente a tantos pueblos que han perdido su alfarería. Pero los privilegios, a veces, se pierden.

Por eso, como cronista oficial de Pereruela, pido a los que en este momento no hacemos cazuelas, pero seguro que en el pasado hemos tenido familiares que sí las ha hecho, que también luchemos porque no se pierda nuestra seña identidad. Bien claro lo dejaron nuestros antepasados en los concejos abiertos cuando los que estaban presentes respondían por los que no estaban. Eran todos uno.

(*) Cronista oficial de Pereruela

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