Identidades zamoranas

Arrimar el hombro y adelgazar beneficios

Se cierne una sombra de derrochadores a quienes consumimos lo que precisamos

Electricidad

Electricidad / JOSÉ LUIS ROCA

Donaciano Bartolomé

Donaciano Bartolomé

En ocasiones nos sentimos engañados, se nos ocultan datos que deberíamos saber, nos toman por ignorantes, se emplean terminologías que no se entienden, se argumenta con falacias o silogismos. En resumen que nos llevan a desconfiar y perder la fe en quienes son depositarios de nuestra fe y esperanza. El día 5 de noviembre leíamos en este periódico en la sección de Castilla y León: La factura energética del hogar ahoga a las familias de Castilla y León.

“La situación actual exige a los hogares y a las comunidades de propietarios una reflexión hacia un modelo de consumo energético más eficiente y responsable que contribuya a preservar los recursos”, afirma Laura López, subdirectora general de Estrategia, Clientes y Canales Alternativos del Grupo Mutua Propietarios. Y se concreta en algunos consejillos como regular la temperatura en calefacción y aire acondicionado, llenar más los electrodomésticos. Y antes se decía, espiar las horas bajas y levantarse a las 3 de la mañana para poner la lavadora. Parece que se cierne una sombra de derrochadores a quienes consumimos lo que precisamos. La subida de la luz, del combustible, del pan, la leche, todo lo que se toca y compra se vende al precio que quiere el vendedor. No hay control, ni inspección y falta conciencia ciudadana de responsabilidad en no subir los precios más de lo que es justo. El refranero es rico en aclarar estas situaciones. A río revuelto ganancia de pescadores, se dice y ahora se practica. De noche todos los gatos son pardos. Si lo hacen todos por qué no yo. Quien roba a un ladrón tiene cien días de perdón. No podemos ahogarnos unos a otros. Y esto es lo más grave a mi juicio. Hemos perdido en parte la conciencia de honestidad, ética, no hurtar, auspiciado este proceso por los dirigentes sí, pero seguido silenciosamente y con aprovechamiento por muchos. Este verano visité cinco países de Europa y en ninguno percibí este desbarajuste de precios como en España, que tiene unas causas y unos causantes. Y no nos pueden tapar la boca diciendo que todo se debe a la guerra en Ucrania a nuestro despilfarro y a la pandemia. Eso es quitarnos la fe en quién lo dice y oscurecernos otras trampas.

No nos pueden tapar la boca diciendo que todo se debe a la guerra en Ucrania a nuestro despilfarro y a la pandemia. Eso es quitarnos la fe en quién lo dice y oscurecernos otras trampas

Porque al mismo tiempo sabemos que las grandes empresas, eléctricas y bancos están ganando torres y montones y también no pocos y modestos empresarios. Pagamos los combustibles y ya ni miramos la factura porque o no se especifica cuánto es el precio en origen, lo que paga el surtidor, cuánto son los impuestos, cuánto embolsan los Gobiernos. El día 5 publicaba este periódico lo siguiente: Los ingresos tributarios del Estado se disparan y crecen un 17,8% en Zamora. Luego aparece bien claro uno que gana con la crisis. Bancos y no pocas sociedades presumen de millonarias ganancias. Constatamos día a día que muchos productos cambian de precio, que no de valor, y como es tan frecuente nos lleva ya a la desgana de comparar y esperar a que bajen.

Esto provoca una desconfianza generalizada la pérdida de fe en quienes nos gobiernan y administran, también en quienes nos venden productos que, aprovechando la situación de caos, hacen el agosto. Porque tributos cobran todas las administraciones. Central, autonómica, provincial y local. Y ¿quiénes han bajado los gravámenes? Y lo que pretenden es desorientarnos, desinformarnos para hacer a su capricho.

Compramos coches a gasoil, para ahorrar en combustible, cambiamos las calderas de calefacción de gasoil a gas porque era más barato; ahora es al revés. ¿En quién y qué podemos creer? Si miramos los recibos de luz y agua, emplean términos y conceptos que no se entienden. El precio por kilovatio o megavatio hora varía cada hora ¿para qué mirar o programar nada si no se sabe quién hace lo que quiere, lo que le beneficie cuando quiere? Los gobiernos, sí tienen mucha responsabilidad, pero no toda. Porque se esconden otros que fijan precios en lo que venden aduciendo siempre los precios de luz y combustibles y lo que compran como materias primas lo siguen pagando a precios de ganga. ¿Quién ha sido? Preguntaba el maestro cuando había algún jaleo en clases. Al final unos por encubrir, otros por aprovecharse del jaleo generado, todos los sabían y todos callaban. Y castigo para todos. El maestro perdía la fe y confianza en sus alumnos y éstos en él. Tenemos todos razones para creer en muchos y en mucho y de ello nace y crece nuestra alegría de vivir, convivir, participar, convertirnos en personas constructoras de sociedades mejores.

Suscríbete para seguir leyendo