La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Laura Rivero

Cuando lo urgente sí nos deja ver lo importante

La guerra fiscal entre comunidades, la bajada de impuestos significa falta de recaudación para poder prestar los servicios públicos

CONCENTRACION DE VECINOS ANTE EL CONSULTORIO MEDICO Cedida

Mujer tenía que ser el famoso personaje del genial Quino, la niña Mafalda, cuando tras ver a unos obreros excavando una zanja les pregunta: “¿Buscando las raíces del problema nacional?”. Y cuando le responden que es un escape de gas, ella piensa: “Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante”.

Una genial reflexión que describe lo que vivimos en el día a día, cuando nos dedicamos a hacer todo aquello que nos corre prisa y que acaba ocupando nuestro tiempo para desplazar las cosas que importan. Reflexión que Mafalda hace tras ver a unos obreros en una zanja, y que la mayoría de las personas hacemos cuando desaparece de nuestra vida algo o alguien importante, y nos arrepentimos de no haberles dedicado el tiempo que se nos fue en cosas urgentes. Situación que suele darse en el ámbito de lo individual, y nos lleva a cambiar nuestra escala de valores.

En la sociedad sucede lo mismo: lo urgente nos lleva tanto tiempo que no nos deja dedicarnos a lo más importante. Pero socialmente a veces lo urgente sale de la zanja para dejarnos ver las raíces de lo importante para la sociedad.

Es lo que sucedió durante la pandemia del COVID –empezó denominándose “coronavirus”, nombre demasiado monárquico para permanecer- cuando, tras actuar con la urgencia que requería el grave problema que nos contagiaba y mataba, descubrimos la importancia de tener un sistema de salud universal que nos protegía.

Además de reconocer lo importante del trabajo del personal sanitario, también descubrimos el valor de otros trabajos que pasan desapercibidos porque no tienen como los sanitarios un servicio de urgencia. Pero son importantes: desde la limpieza que nos permite vivir en un medio saludable -y que durante la pandemia se organizó para desinfectar- pasando por la producción y distribución de alimentos que mantuvieron las estanterías de las tiendas llenas tras ser trasladados desde el campo o las fábricas, sin olvidar los servicios de seguridad. Agricultores, ganaderos, transportistas, industrias alimentarias, empleados de comercio y policías, junto con todo el personal que trabaja en un centro de salud o en un hospital, todos ellos acabaron mostrando lo importante de su trabajo para nuestra sociedad.

Lo urgente de la pandemia nos descubrió también la necesidad de cuidarnos porque dependemos unos de otros: lo importante de la solidaridad

decoration

Lo urgente de la pandemia nos descubrió también la necesidad de cuidarnos porque dependemos unos de otros: lo importante de la solidaridad, que estaba oculta en las zanjas por el urgente individualismo de ser mejores que otros, cuando sólo junto a los otros podemos hacernos todos mejores.

Merecido aplauso desde las ventanas de las casas recibieron los trabajadores de los servicios, al descubrir su importancia en medio de la urgencia del Covid que nos encerró en casa. Un confinamiento que también nos descubrió lo importante de las reuniones y fiestas familiares, de ver y hablar con los amigos y vecinos, de salir a pasear por la calle, de vernos en los bares tan gratos para conversar.

Un aplauso de reconocimiento como el que recibieron espontáneamente los bomberos forestales en la manifestación que se convocó tras apagar los incendios de La Culebra, el que empezó en Losacio y los de tantas zonas de nuestra querida tierra durante el verano recién acabado.

Tras la urgencia provocada por el fuego y la humareda que no dejaba ver la raíz del problema, siguió el reconocimiento de lo importante de tener un servicio de incendios con personal suficiente y cualificado que no se tenga que jugar la vida en cada fuego para salvar la de nuestra gente. También nos permitió descubrir que en la raíz del problema estaba la despoblación del territorio que impedía mantener los bosques y espacios naturales a través del trabajo agrícola, ganadero y silvícola. Y sobre todo de lo importante de tener unos responsables políticos que sean eso, responsables del pueblo al que representan.

Para que no se olvide lo importante, esta semana llegaron a Zamora en la “marcha de las antorchas”. Un camino de dignidad reclamando un trabajo digno y continuo que les permita seguir protegiéndonos mediante el cuidado del medio en el que vivimos, todos los días de todos los años. Su marcha de dignidad representa la de los habitantes de nuestra tierra calcinada, que se solidarizan con los forestales en su marcha para encontrar la raíz del problema. Lo importante.

La sequía de este verano en que ha aumentado la urgencia de llevar agua a los pueblos a través de cisternas o botellas que ya se inició con los incendios, ha dejado ver que es más importante invertir en obras para abastecer de agua a los pueblos cercanos que para producir electricidad exportable. El bajo nivel de los embalses ha mostrado el sacrificio de la vida de nuestros pueblos en el altar del capital de las empresas de energía. La propia sequía evidencia lo importante de actuar contra el cambio climático.

El inicio del curso académico en todos los niveles ha mostrado lo importante de la educación que forma a los profesionales que nos protegen de pandemias y de incendios, a todos los trabajadores y a las personas que en las aulas no sólo aprenden conocimientos sino esos valores de solidaridad que comparten a lo largo de su vida. Sí, la educación y los servicios públicos son importantes.

El “dumping” fiscal que nos lleva a recaudar menos a todos porque todas las comunidades compiten por bajarlos, y sobre todo la falta de recaudación para poder prestar los servicios públicos

decoration

Por ello ante la guerra fiscal entre comunidades mediante la urgente bajada de impuestos para quedarse con la sede fiscal de las empresas -que empezó con una guerra civil entre presidentes del PP en Madrid y Andalucía- hay que bajar a la zanja para ver sus consecuencias: el “dumping” fiscal que nos lleva a recaudar menos a todos porque todas las comunidades compiten por bajarlos, y sobre todo la falta de recaudación para poder prestar los servicios públicos de salud, de educación, de protección, de cuidado. Lo importante.

En la zanja de las repercusiones de la otra guerra clásica de casi todos en Ucrania, además de aparecer esa subida de precios y de la inflación que nos parece tan urgente, empieza a resurgir lo importante: los pacifistas, objetores e insumisos tanto en Rusia como en Ucrania que se niegan a disparar, y nos recuerdan que en las guerras los que pierden son los pueblos.

Y ante la guerra clásica de muertos del pueblo y la guerra fiscal entre presidentes de comunidades autónomas, hay que volver a reflexionar: “Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases”. O decir como Macky Sall, presidente de Senegal y de la Unión Africana, en la Asamblea General de la ONU: “He venido a decirles que África ya ha sufrido lo suficiente por el peso de la historia, y no quiere ser pasto de una nueva guerra fría”.

Lo importante es el trabajo, los servicios públicos de todos y para todos, la solidaridad en la sociedad, la cooperación entre territorios y que nos dejen vivir la vida en paz. También es lo urgente, por otra parte.

(*) Portavoz de IU en la Diputación de Zamora

Compartir el artículo

stats