Recordarán ustedes, queridos lectores, que en los últimos días del mes de mayo y primeros de junio, en los medios de comunicación social ya se anticipaba que el verano iba a ser más caluroso de lo que es habitual por estas tierras de nuestra querida Castilla, al menos eso es lo que anunciaban y anticipaban que esa sería la tendencia generalizada en toda España; calor y más calor.

Hay un hecho que no admite la más mínima discusión, cual es que, la estación veraniega es una estación muy calurosa, y ello máxime teniendo en cuenta nuestro clima continental extremado, es decir, inviernos fríos y veranos largos y calurosos; el verano por estos pagos , siempre ha sido estación calurosa, y no olvidemos que cada año cuando aprieta el calorcillo, siempre, se oye decir, este es el verano más caluroso del siglo.

Ello recuerda la frase de los políticos , que ya en el mes de marzo, anticipan que este año se espera sea la cosecha del siglo y siempre, resulta que, por unas causas u otras, la cosecha del siglo nunca ha llegado para los hombres del campo, ni por cantidad, ni mucho menos por la cuantía de los precios de sus productos, que al contrario que el calor; los precios de los cereales, frutas, leche, etc... en definitiva, los productos del campo cada año que pasa, bajan y bajan sin parar.

Señores políticos, sean prudentes, midan sus frases y no traten de "vendernos la moto" a las personas del campo, pues, el campo castellano a los precios que tienen los cereales tiene sus días contados, ojalá me equivoque, que no lo creo, porque la juventud no está por la labor, utilizando términos del "agro", de quedarse en el campo y no lo está, por las condiciones climáticas en las cuales tienen que desarrollar su trabajo (frío o calor) y la escasa o nula rentabilidad del campo, así de sencillo. Para comprender estas cuestiones, tan sumamente sencillas, no hace falta cursar la carrera de Agrónomos; créanme que no necesita mayores explicaciones, ni grandes conocimientos de economía, pues, en toda nuestra tierra, beneficios es igual a ingresos menos gastos, y en el campo los beneficios son inexistentes.

Los gastos en el campo se disparan, subidas de gasóleo, maquinaria, fertilizantes, herbicidas... y lo precios de los productos a la baja, díganme dónde están los beneficios. La respuesta ya se la anticipo, en ninguna parte, "vamos de mal en peor"; expresión muy común entre los hombres del campo.

Retomando el tema del calor en verano, quien estas líneas escribe, les dirá que cuando verdaderamente ha sentido el calor ha sido en la trilla y en la torna de la trilla, antes de comer, sobre las dos de la tarde. Los trillos eran de Cantalejo (Segovia ) y la torna se hacía con la tornadera. En las eras hacía un calor concentrado y a dosis elevadas. Pregunten qué tal hacía cuando se descargaba a pala un viaje de cebada a las cuatro de la tarde.

El calor veraniego actual es mucho más soportable que el que vivimos en nuestra infancia y adolescencia, pues, la ayuda en la era, en las tareas agrícolas comenzaba a edades muy tempranas. Lo normal en verano, en nuestra Tierra de Campos, (Valdescorriel ) ha sido el calor, pero antes, no nos estaban recordando machaconamente, como ahora, que mañana será el día más caluroso del año....

Comprobarán ,queridos lectores, que esta ha sido la tónica del verano en curso. Viví los calores veraniegos en la trilla, seguramente como muchos de ustedes y tengo mi opinión particular al respecto. Todo con moderación, mucha moderación que seguramente vendrán los próximos años y oiremos machaconamente eso de "ha llegado el verano más caluroso del siglo".

Calores, calores, amigos, los se pasaban antes en la siega, trilla, acarreo, parva... Buen verano y esperemos que agosto haga honor al refrán "agosto, frío en el rostro", pues, hasta el día de hoy "agosto fríe el rostro."

Pedro Bécares de Lera