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Zamoreando

Carmen Ferreras

Exigen más poder

Los nacionalistas vascos no se lo van a poner nada fácil a Pedro Sánchez

Los nacionalistas vascos no se lo van a poner nada fácil a Pedro Sánchez. Es lo que tiene querer gobernar a cualquier precio. El Pnv mantendrá ante el gobierno de Sánchez su perfil más soberanista. Para ello cuenta con EH Bildu, los filoetarras que no desaparecen del horizonte vasco ni aunque las urnas les difuminen. Son omnipresentes. Y puede que también omnipotentes, aunque se parapeten en siglas con más trayectoria.

Hasta ahora los nacionalistas vascos han estado a la expectativa, tratando de asimilar el resultado de la asonada independentista catalana para ver en qué momento deben conjugar el verbo reivindicar en primera persona del singular y del plural. Viendo cierta debilidad, no ya en este gobierno, también en el anterior que no hiló muy fino que digamos, han pasado a pedir de palabra lo que luego trataran de convertir en acción. De momento ya han hecho cadenitas humanas de reivindicadores, exigiendo más poder.

Hay que pedirle firmeza, mucha firmeza al presidente del Gobierno de España. Lo pasado ya no cuenta. Hay que actualizar el presente para encarar con tranquilidad el futuro y si hay que parar los pies a estos y a los otros, se les para en seco y con clase, pero también con contundencia y la firmeza solicitada. Ahí está el 155 a disposición del Gobierno que no puede ponerse de lado si ahora los nacionalistas vascos se ponen tercos.

La propuesta del Pnv no puede ser más peregrina. Se lo piden todo. Esto, aquello y lo de más allá. Reclaman expresamente "una política penitenciaria propia". Exigen que el futuro Estatuto vasco confirme la creación de una Justicia propia en la comunidad en la que el máximo órgano del Poder Judicial sería el Tribunal Superior de Justicia del País Vaco. Esperaran a que el Ejecutivo de Sánchez cumpla sus primeros cien días para exigir igualmente el traspaso inmediato de la gestión de las cárceles y también un piano por dos reales. Por pedir que no quede. Sánchez, si está en sus cabales debe aplicar el sabio refrán aquel que aconseja: "Contra el vicio de pedir está la virtud de no dar". España necesita un Gobierno virtuoso en ese sentido. Sin vicios secesionistas asumidos.

Los nacionalistas vascos quieren no sólo que cambien los partidos en el poder, quieren que cambien las políticas y que estas les sean favorables como los idus de marzo. Lo de menos es el conjunto de España, el sentir de los españoles, lo importante es que ellos saquen tajada de la debilidad numérica o de la otra institucional. Además, esta gente no pide, esta gente exige. Una tiene sus reparos porque no hay que olvidar que el gobierno vasco está integrado por Partido Nacionalista Vasco y Partido Socialista de Euskadi. De ahí el detalle de aguardar los 100 días preceptivos. Llegados al 101 empezaran a dar caña. No quieren un Estatuto que limite, lo quieren amplio y para 2019 por lo que ya han cerrado los borradores del Preámbulo y del Título Preliminar.

Ahora lo que Sánchez debe hacer es no olvidar que no gobierna en exclusiva para Cataluña y el País Vasco, que también, gobierna para el conjunto de España, incluida la corrupta Andalucía y el resto de comunidades autónomas, hasta Ceuta y Melilla. Total que en su exigencia de mayores cotas de poder, estos listos concretan su reclamación en prácticamente todas las competencias que la Constitución Española atribuye al Estado. Como no estés alerta, Pedro, te quedas sin territorio que gobernar.

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