Han llamado a la desobediencia

Han llamado a la desobediencia. La reunión de los consejeros de las doce comunidades contrarias a la reforma educativa le presentaron al ministro Méndez de Vigo todo un rosario de excusas para no aplicar e intentar paralizar la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Socialistas y nacionalistas de distinto signo se juramentaron para frenar una ley que, sin duda, es una de las mejores de la UE, ya está en marcha y tiene una importante asignación presupuestaria. En el haber de los detractores solo las banderías políticas de los partidos que consideran la educación un monopolio del poder político.