Primero de mayo y desempleo en Zamora

Como es público, Zamora vive una situación de decadencia económica que se traduce en una reducción del empleo, aumento del desempleo y caída anual de la población; es el resultado del fracaso de las políticas del Partido Popular durante tantos años. Sirva como ejemplo el turismo como una potencial palanca económica para crear empleo; pues bien, el último informe de Caja España sobre previsiones para Castilla y León señala a Zamora con los peores resultados en 2014 en viajeros, pernoctaciones o grado de ocupación hotelera. A todo ello hay que añadir la situación de abandono y desgobierno en el Ayuntamiento de Zamora que influye en la falta de impulso económico.

La última encuesta de población activa del primer trimestre de 2015 eleva el paro en Zamora en más de 3.600 personas; ello supone un porcentaje de más del 27% que supera, con mucho, la media nacional y regional. Zamora no puede soportar unos datos tan desastrosos y continuados en el tiempo.

El 1 de mayo se celebra el día del trabajo y conviene reflexionar sobre el mercado de trabajo y el desempleo en Zamora. Solo si conocemos y reconocemos el problema podremos encontrar, entre todos, una solución. Negar la realidad del paro no solo es un acto de irresponsabilidad política, sino que persiste en el mismo error. El Partido Popular bombardea continuamente con mensajes que tratan de enmascarar la verdadera realidad de Zamora. Sin embargo, los datos del empleo y desempleo en Zamora son tozudos:

La provincia de Zamora, según datos del Ministerio de Empleo, ha perdido -entre los años 2011 y 2014- 5.637 trabajadores y cotizantes a la Seguridad social. Desde diciembre de 2011 a marzo de 2015 la provincia de Zamora tiene 1.313 desempleados más.

Las listas de desempleados las han abandonado muchos trabajadores que están en el mercado de trabajo (población activa); solo en el último año han emigrado de Zamora provincia en torno a mil personas buscando empleo en otros países; además de los que por desánimo se dan de baja o dejan caducar la inscripción, por no hablar de la huida obligada de los jóvenes.

A todo lo dicho cabe añadir una política nacional que ha reducido sin límites la protección social del estado del bienestar; para los pensionistas se ha producido una pérdida de poder adquisitivo, puesto que la subida irrisoria del 0,25% se anula con el mayor pago de farmacia. El Fondo de reserva de Seguridad Social, que llegó a máximos históricos en el año 2011, se esquilma sin límite.

Pero no solo hay más parados, sino que están más desprotegidos; la cobertura por desempleo ha bajado a niveles desconocidos; si en el año 2011 el 56% de los parados tenía alguna protección, en este año 2015 solo el 45% tiene alguna prestación -por cierto, estos datos los publica el Ministerio de Empleo-. Además, hay que añadir los brutales recortes en la protección por desempleo, como la bajada del importe de la prestación, supresión de subsidios asistenciales o el endurecimiento para acceder a la renta activa de inserción o programas de recualificación profesional. Bien estaría que el PP leyera el documento de la Conferencia episcopal titulado "La Iglesia y los pobres".

Zamora necesita políticas que ayuden a la reindustrialización; hace falta un Pacto social que facilite la implantación de industrias, una apuesta firme por el turismo como fuente generadora de empleo, una mejor gestión de los Fondos europeos y ayuda de la Junta de Castilla y León que salde la deuda histórica con Zamora -el nivel de renta en Zamora está muy por debajo de la media regional-. Todo ello sin olvidar la recuperación de la protección del estado del bienestar que tantos años de esfuerzo nos costó construir.