Preparemos el bolsillo

Todo lo demás puede ser devastador para nuestra economía. Si la última subida del IVA que tanto ha encarecido vestido y calzado, nos ha parecido poco, las Cajas de Ahorros advierten de que habrá que subir de nuevo los impuestos a todas las rentas. Vamos a trabajar para pagar impuestos. Si por lo menos en España tuviéramos los sueldos que tienen nuestros comunes de Francia, Alemania o Reino Unido, podríamos intentar tirar del carro, pero es que así, con estos sopitipandos que nos dan unos y otros, no podemos.

Dicen los sabios que habitan las todopoderosas Cajas, las fusionadas y las otras, que la vía del recorte del gasto no será ni de lejos suficiente para ajustar las cuentas públicas en 2013, por lo que será necesario volver a subir los impuestos. Nos van a freír. Vale ya de condonar deudas, vale ya de regalar el dinero público, vale ya de subvencionar lo insubvencionable, como por ejemplo a bancos y cajas, vale ya de atropellos y errores que estamos pagando entre todos. Que «desliberen» a más personal, que hagan lo que sea pero que, por favor, dejen de tocarnos el bolsillo y otras cosas tanto o más íntimas que empiezan ya a cabrearnos de mala manera.

Los sabios que en las Cajas son, abogan por tocar el IRPF, el IVA y el impuesto de sociedades, además de tocarnos otras cosas que, tratándose de España y de los españoles, es mejor dejar quietas. Aunque, veo muy pasota y despreocupado al personal, con la que está cayendo. Los susodichos sabios, ¡ojo al dato!, defienden despedir funcionarios en vez de bajar sus salarios. Los pobres funcionarios siempre en el ojo del huracán como si ellos fueran los culpables directos de los males que aquejan a España.

Los de las Cajas, se han mojado, criticando igualmente el elevado déficit por las, cito textual: «majaderías» de Zapatero y no sé cuántas cosas más con las que nos están metiendo el miedo en el cuerpo y, ya digo, sobre todo en el bolsillo que ya ni siquiera es nuestro, es del banco o de la caja de turno. Si estos expertos dicen que la subida fiscal llegará antes o después, ya puede venir el presidente del Gobierno de España a contarnos y cantarnos milongas sentimentales. Que no. Que el que avisa no es traidor.

Lo peor de todo es que tocarán todas las rentas. Incluso las que eran o parecían intocables. Nos dirán desde el Gobierno que pondrán especial atención en las rentas más altas por aquello de favorecer la equidad fiscal y, al final, acabaremos todos pringando, solos, fanés y descangayados como en el tango aquel de Enrique Santos Discépolo, «Esta noche me emborracho». Que no es precisamente lo mejor, para tratar de afrontar lo que se nos viene encima.