Gran Hermano VIP está dejando imágenes cuanto menos surrealistas esta temporada. Este jueves tendrá lugar una imagen bastante llamativa a los ojos de la audiencia: una repesca. La audiencia tendrá en su mano el poder de elegir quién será el concursante que volverá a la casa de Guadalix de la Sierra después de la desbandada que se produjo la semana pasada.

Las expulsiones, que normalmente suelen tener lugar los jueves y de uno en uno, sufrieron unos cuantos cambios. En primer lugar, la audiencia no llegó a decidir quién iba a ser el eliminado; de hecho, permaneció en la casa el que precisamente se acababa de librar de la nominación. Javier Fernández tomó la decisión de abandonar voluntariamente Gran Hermano VIP: "Me debería de sentir muchísimo más contento de lo que me siento. Tengo esa sensación de querer volver a casa, ojalá no la tuviera. Pero al final, es una decisión que ha tomado de estar aquí".

No hubo manera de convencer al patinador olímpico para que permaneciera dentro de la casa, a pesar de que dentro de la casa mantuviera alguna relación estrecha: "Ya he tenido algún momento en mi vida que he estado más o menos de esta manera. No estoy contento, no me divierto, tengo mucho tiempo para pensar y darle vueltas a todo".

Unas horas después, ya entrada la madrugada, el programa anunció que se acababa de producir la expulsión disciplinaria de Gustavo y Álex Caniggia después de un encontronazo que quedó fuera de cámaras. Precisamente estos dos son una de las grandes incógnitas de la audiencia: ¿Podrán participar en la repesca? De momento, el programa no ha querido desvelar ningún detalle más.

Regreso a la casa

Uno de los últimos expulsados por el método tradicional de esta última edición fue Luitingo. El que se convirtiera en uno de los más polémicos de Gran Hermano VIP 8 abandonó la casa y se reencontró con Pilar Llori, con quien había empezado un romance apenas unos días antes de que ella abandonara la casa.

Con las dudas flotando acerca de cómo será esta repesca, los ex concursantes del reality ya han entrado en plena campaña para meterse al público en el bolsillo. Luitingo no está siendo menos y sube el nivel en sus intentos de convicción.

"Perdonadme por hacer algo que haya podido hacer mal, que os haya podido molestar, pero tampoco puedo estar pidiendo perdón todo el día, que parezco San Lázaro. No pienso que haya hecho nada de otro mundo. Tenemos muchos haters por Twitter, pero no pasa nada, vamos a demostrar lo que somos", se defendió el cantante a través de un directo en sus redes sociales.

En este mismo espacio trató de ganarse de nuevo su puesto en Guadalix de la Sierra a base de promesas que cabe ver si cumplirá: "Si entro duermo en una litera. Si entro duermo en el confesionario". En ese momento, elevó las apuestas: "Si entramos en la repesca vamos directamente a La Cueva, sin hablar con nadie. Vamos a permanecer en La Cueva sin comer ni beber, toda la semana de huelga y sin hablar si quiera. Cuando ya salgamos de allí nos relacionaremos con la gente y seremos un nuevo Luis".