Con un buen sabor de boca regresaron a Toro las estudiantes Daniela García Domínguez, Esther Ortiz Hernández, Martina Pardal Gallo, Sofía Vergel Alonso y Verónica Rubio Jiménez —junto con la profesora Alicia Sampedro—, del IES Cardenal Pardo Tavera, tras su participación en la cuarta edición del Certamen Tecnológico Efigy, puesto en marcha por la Fundación Naturgy.
Exploración autóctona
Habían llegado a la final nacional tras quedar entre los mejores del millar de alumnos que se habían presentado este año con sus proyectos de innovación. Las toresanas, con su estudio “Análisis de la calidad del aire en la localidad de Toro”, recibieron de parte del jurado un reconocimiento especial como Centro Educativo Más Implicado. Horas antes, ellas mismas habían explicado a ese mismo jurado todos los pormenores de este proyecto, ya que, con los otros centros educativos que habían llegado a la final, se organizó una feria científica donde cada grupo, desde su stand, mostraba las bondades de sus propuestas científicas. “En nuestro caso, nos tocó exponer en primer lugar a los miembros del jurado y luego ya al resto de visitantes de la feria, por los nervios estaban todavía muy presentes”, reconoce la profesora.
En su mesa estaba tanto la maqueta de la estación que utilizaron para tomar las muestras de aire en Toro como unas placas de Arduino que ellas mismas habían creado, al igual que los datos que habían recogido durante el análisis. “Nuestro objetivo con este tipo de proyectos es que los alumnos se familiaricen con los métodos de investigación y los criterios científicos, que les van a ayudar a lo largo de su carrera”, apuesta Alicia Sampedro, quien añade también que esta es una buena práctica “para que los estudiantes aprendan a distinguir las informaciones que se lanzan en al actualidad, sabiendo cuáles son las más rigurosas, científicamente hablando”.
Viñas en el laboratorio
Proyectos ganadores
En esta edición, con respecto al resto de ganadores, los proyectos fueron desde un detector electrónico para medir la calidad el aire hasta un proceso de compostaje para abastecer pequeños aparatos electrónicos. El IES Port d’Alcúdia, de las Islas Baleares, fue reconocido en la categoría Proyecto Más Realizable, con el diseño y construcción de un detector electrónico de bajo coste para el estudio de la calidad del aire de esa localidad, además de medidas de intervención y prevención de contaminación atmosférica. Por su parte el IES Mendillorri, de Navarra, obtuvo el galardón Proyecto Más Innovador con su propuesta sobre la creación de una pila termoeléctrica a partir del proceso de compostaje para abastecer a pequeños aparatos electrónicos.
Como Mejor Comunicado resultó el centro Salesiano Santo Ángel, de Asturias, por su proyecto SmART Dress, donde se planteaba la confección de un vestido inteligente capaz de medir y mostrar al momento los datos sobre la calidad del aire para crear conciencia entre los usuarios y, al mismo tiempo, recopilar datos para intentar mejorar la calidad del aire. El quinto reconocimiento por parte del jurado del certamen fue para el colegio San Agustín de Calahorra, en La Rioja. Estos alumnos recibieron el accésit de Mejor Comunicado por su proyecto GS Energy, que proponía el desarrollo de biocombustibles a partir del residuo de la uva en esta zona de Denominación de Origen. “Sería una buena propuesta que se podría también desarrollar en un lugar como Toro”, sugiere la profesora del IES Cardenal Pardo Tavera.
Cinco premiados
De este modo, fueron cinco centros educativos de Asturias, Islas Baleares, La Rioja y Navarra —junto con el toresano, representando a Castilla y León— los ganadores de esta cuarta edición donde se reta a alumnos de 3º y 4º de la ESO de toda España a presentar proyectos de innovación y eficiencia energética que contribuyan a mejorar el planeta. La organización busca así fomentar las vocaciones STEM, además de los valores de eficiencia energética entre los jóvenes.