Castilla y León y, por ende, Zamora ya están en campaña. Parece mentira que el periodo para pedir el voto comience aún hoy, habida cuenta de que los partidos llevan inmersos en el proceso desde hace más de un mes, pero el plazo oficial es el plazo oficial y este viernes arranca oficialmente ese tiempo en el que los candidatos pisan a fondo el acelerador en busca de cada voto. En el caso de la provincia, once formaciones pelearán por los siete procuradores que reparte la circunscripción, en una batalla que tiene algunas certezas y muchas más incógnitas, dado el escaso margen en el que se mueven determinadas posiciones.

Candidatos

Candidatos L. O. Z.

Una de las cosas que parece evidente es que el PSOE y el Partido Popular pugnarán por la primera plaza. Los socialistas lograron el triunfo en 2019 y apuestan por la misma candidatura, con Ana Sánchez al frente, para asentarse como fuerza dominante en la provincia desde la óptica autonómica. Al otro lado del cuadrilátero, el PP cuenta con la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, como cabeza de cartel y estilete principal para tratar de volver por donde solía y destronar a su tradicional enemigo político.

PSOE y PP pugnarán por la primera plaza

La lucha por la primera posición no es baladí, pero lo que interesa son los asientos en las Cortes. De poco vale ganar al de enfrente si al final se envían los mismos representantes a Valladolid. En 2019, los socialistas no lograron rentabilizar su ventaja y obtuvieron tres plazas en el hemiciclo, las mismas que los populares. El acta restante fue a parar a manos de Ciudadanos, que esta vez zozobra y que mira a su alrededor con la certeza de que todos buscan arrebatarle el botín logrado hace dos años y medio.

Un esfuerzo por el cuarto procurador

Precisamente, ahí se encuentran, al acecho, los dos actores del bipartidismo, que harán un esfuerzo extra durante la campaña para consolidar sus tres procuradores y aspirar a un cuarto que podría resultar decisivo a nivel autonómico si los números aprietan, como auguran las encuestas. Los dos partidos han planteado un calendario de actos y movilizaciones al máximo nivel, con presencia de sus líderes regionales y nacionales en estas semanas previas a la votación. Sin ir más lejos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intervendrá en un mitin mañana, aunque los populares también preparan la munición para atraer al electorado antes del 13-F, con Pablo Casado a la cabeza.

Con todo, Ciudadanos no renuncia a conservar su asiento en las Cortes. Es cierto que lo tiene todo en contra, pero el partido liberal confía en el poder de atracción del exvicepresidente Francisco Igea para protagonizar una remontada contracorriente. En Zamora, el candidato es Alfonso Martín Carretero, que ve lejos la opción de emular a María Teresa Gago y lograr un asiento en el hemiciclo, pero que se implicará en la campaña para hacer su parte y esperar que el electorado le respalde.

Aparte de las marcas del bipartidismo, otro de los rivales que aparece en esa pugna por el escaño es Vox, que se coloca en las antípodas de Ciudadanos; a la ultraderecha, la tendencia nacional le favorece, y ese arrastre constituye la gran esperanza de la candidata provincial, María Luisa Calvo.

La ultraderecha busca el escaño

El partido liderado por Santiago Abascal es consciente de que puede lograr plaza en las Cortes por la provincia, por lo que plantea una campaña ambiciosa para apuntalar esa opción. Ya hace días que se dejó ver por la ciudad Javier Ortega Smith; pronto pasará por la provincia Iván Espinosa de los Monteros y no se descartan otras apariciones. El objetivo de la ultraderecha es lograr la fuerza suficiente para convertirse en llave y forzar al Partido Popular a aceptar su entrada en el Gobierno autonómico.

Por su parte, Zamora Decide también alberga esperanzas de colar un representante entre los siete elegidos. Las encuestas hablan de un acercamiento del partido localista a los números que conceden un asiento en las Cortes por la circunscripción, y su candidato, Manuel Fuentes, tiene claro que deben intensificar sus esfuerzos antes del 13 de febrero para sumar apoyos a la causa. La estrategia de la organización se basa en centrarse únicamente en lo que afecta a la provincia para aprovechar el tirón del movimiento de la España Vaciada y captar el respaldo de esa parte de la sociedad que tiene un sentimiento de orfandad por la ausencia de candidatura oficial de los colectivos contra la despoblación.

A partir de ahí, el resto de las candidaturas tiene una empresa quijotesca por delante. Nadie contempla a sus miembros entre las opciones factibles, pero la carrera aún tiene que disputarse. Esa es la perspectiva de los responsables de Unidas Podemos, con Isabel Reguilón como primera espada. Los esfuerzos de la coalición parecen más centrados en otras plazas, pero es cierto que la formación morada logró un procurador en solitario por la provincia en 2015. Mucho ha llovido desde entonces, en todo caso, y tampoco ayuda el hecho de que el equipo de Gobierno de Zamora capital, de Izquierda Unida, le haya dado la espalda a la campaña de manera evidente.

En cuanto a los demás, la ilusión de Unión del Pueblo Leonés (UPL) choca contra la realidad de sus precedentes electorales. Es cierto que todos los análisis conocidos posicionan bien al partido en la provincia de León, pero el escenario aquí es otro. Aún así, la organización mantiene las expectativas altas y espera que el arrastre del territorio vecino le sirva para dar la campanada en la circunscripción.

Otras opciones como Prepal, Por Zamora o Pacma aparecen como alternativas con posibilidades más remotas de obtener un procurador, en el contexto de una provincia acostumbrada al bipartidismo, pero que en los dos últimos procesos autonómicos le ha abierto la puerta a dos fuerzas alternativas. Lo que ocurra esta vez lo decidirá la gente. Quedan 17 días.

TODA LA INFORMACIÓN SOBRE LAS ELECCIONES EN CASTILLA Y LEÓN