El cabeza de lista de Ciudadanos a las elecciones autonómicas por la provincia de Zamora, Alfonso Martín Carretero, defendió en este inicio de la campaña electoral, las realizaciones de los consejeros de su partido durante los dos años y medio de Gobierno en la comunidad, con medidas fundamentales como el apoyo y ayuda a las empresas, la eliminación del impuesto de sucesiones o la reducción de otras tasas impositivas. “Gran parte de lo que está prometiendo Mañueco son cosas que ya estaban en los presupuestos de la Junta, que él no dejó aprobar por el adelanto electoral”.

Martín Carretero puso en valor la transparencia institucional auspiciada por Francisco Igea al frente de este departamento, que publicaba la agenda institucional, “con quién se reunían los miembros del Gobierno y para qué” y los contratos, con el fin de que todo el mundo pudiera saber lo que pasaba. Una política que ha acabado en cuanto Igea se ha ido del Gobierno: “Ya no hay portal de Transparencia, no se publica nada. Sin ir más lejos, ahí está el contrato de los test de antígenos, carísimo, por el que estaban pagando cuatro veces más y que no publicaron”.

El candidato naranja criticó a Mañueco por “convocar las elecciones por una cuestión meramente electoral. Esa publicidad que hizo sobre nuestra presunta traición era totalmente falsa y la hizo por un cálculo político que si nos fiamos de las encuestas no estuvo muy acertado”. Martín Carretero explica también el adelanto electoral “por una finalidad clara. El verdadero motivo eran los procesos judiciales que tenía. Uno de ellos fue precisamente el de sus primarias, que le valió su candidatura a la presidencia de la Junta y como presidente del Partido Popular. Fue un engaño a sus propios militantes”.

Con respecto al líder socialista, Luis Tudanca, el cabeza de lista de Ciudadanos por Zamora piensa que “es una persona que no pinta nada en su partido”. Está siendo utilizado para “sacar un puñado de votos” cuando lo que le interesa al PSOE es “tener contentos a sus socios de Cataluña, con condenados por el Procés, y el País Vasco, con Bildu, que acaba de meter en la directiva "al último jefe de ETA".