Elecciones 23J

La subida de Sánchez apaga las críticas internas por depender otra vez del independentismo

García-Page aún no se ha pronunciado y Lambán se ha mostrado muy cauto en sus primeras valoraciones

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en un acto del PSOE durante esta campaña electoral.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en un acto del PSOE durante esta campaña electoral. / Unanue

Marisol Hernández

Ni una rama se mueve en el PSOE. No hay ni viento. La investidura de Pedro Sánchez sólo es viable con la abstención de Junts y el voto favorable de, entre otras formaciones, ERC y EH Bildu. La dependencia de los independentistas, el asunto que más alboroto interno ha causado en el partido en los últimos años, provoca ahora un silencio absoluto.

Es verdad que es pronto para un pronunciamiento, las negociaciones aún ni han comenzado. Pero no hay dudas de que se producirán. Y el presidente del Gobierno en funciones se muestra muy confiado de que no habrá repetición electoral. Los mensajes han sido muy explícitos desde la misma noche del 23J.

Cuando los números apuntaban que el único camino era Junts ya dijo, en sus primeras declaraciones en Ferraz, que "somos más los que queremos que España avance y así seguirá siendo". Unas horas después en la reunión con la ejecutiva dio por hecho que logrará su investidura. "La democracia encontrará la fórmula, transmitió dentro y fuera del partido.

Parece estar claro que la gobernabilidad descansará otra vez sobre los separatistas. Y de hecho ni la Moncloa ni el PSOE lo esconde. Esto no ha provocado ahora ningún reproche en el PSOE. Los barones más críticos con el entendimiento con el independentismo como Javier Lambán o Emiliano García-Page se mantienen en silencio.

Lambán sí hizo unas declaraciones este martes pero no quiso entrar en materia. Aseguró a los periodistas que ya "saben lo que pienso", en referencia a su censura a este acercamiento, y que le han escuchado muchas veces decir que "veo el futuro de España con bastante preocupación".

Aludió a que Alberto Núñez Feijóo está manteniendo conversaciones con otras formaciones para buscar apoyos y que no se sabe "qué ocurrirá después". "Por prudencia, por sensatez no es el momento procesal de que opine", dijo. Sí destacó que el 23J se produjo un "excelente resultado" para el PSOE y que el crecimiento en votos hay que "imputárselo al acierto estratégico de Pedro Sánchez en la campaña", a "un esfuerzo que hay atribuirle solo a él".

Desde Castilla La-Mancha no se ha producido todavía ninguna valoración. El hecho de que Sánchez haya obtenido un millón de votos más respecto a 2019 ha atemperado a una parte del PSOE, que daba por segura su derrota y veía ya a Feijóo en la Moncloa tras el batacazo que supuso el 28M. Es un incremento que se produce después de una legislatura muy convulsa, con un cuestionamiento constante de la figura de Sánchez, por el acuerdo con ERC que facilitó su designación, que todo el partido no compartió, y que se completó con los indultos a los líderes del procés, la eliminación de la sedición y la reforma de la malversación.

La razón: Un millón de votos más

El resultado de esa política, en términos numéricos, es que el PSC ha obtenido 400.000 votos más que en 2019 en Cataluña y que ha crecido en otras autonomías, también por el rechazo de muchos votantes progresistas a un Gobierno del PP con Vox, como se había evidenciado en los pactos suscritos en comunidades y ayuntamientos. La evidencia de que Feijóo situaría a Santiago Abascal como vicepresidente parece haber activado al electorado progresista, que se abstuvo o votó a otros partidos en las autonómicas y municipales.

Pero las elecciones generales también han dictaminado que el sanchismo no estaba tan cuestionado como pensaba la derecha y que a los socialistas no les han pesado sus pactos con el independentismo. Han subido 25.000 votos en Andalucía, 40.000 en Madrid y hasta 145.000 en la Comunidad Valenciana. En esta región parece muy obvio que como respuesta al acuerdo que Carlos Mazón ha suscrito con la ultraderecha, que incluye el concepto negacionista de violencia intrafamiliar y les concede una vicepresidencia con competencias y dos consellerias más.

La imagen del dirigente socialista ha cambiado dentro y fuera del PSOE. "Es increíble Sánchez, puede con todo y con todos", aseguran quienes hasta hace poco no se sentían en línea con él ni entendían que su política de pacificación en Cataluña, distorsionada estos años porque necesitaba sus votos en el Congreso, podía dar resultado. Los que le acompañan desde hace años sí admiten que él siempre tuvo en mente que podía y debía contribuir a resolver el conflicto catalán.

El PSOE se prepara para dar un paso más. Las negociaciones con Junts serán discretas pero, según defendió este martes la vicesecretaria del partido y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la Ser, "nosotros somos un partido constitucionalista y eso significa que cualquier cuestión que abordemos o que traslademos tiene que estar estrictamente en el marco constitucional".