Fútbol

Zuhaitz Gurrutxaga, exfutbolista del Zamora CF, y su última visita a Zamora (Parte II)

El exrojiblanco vuelve a varios de sus rincones favoritos con motivo de la presentación de "Subcampeón"

Zuhaitz Gurrutxaga en la presentación de su libro "Subcampeón"

Zuhaitz Gurrutxaga en la presentación de su libro "Subcampeón" / José Luis Fernández

Zuhaitz Gurrutxaga se encuentra estos días presentando su libro “Subcampeón”. Un relato en el que, junto a Ander Izagirre, expone su vida y su carrera deportiva sin ningún tipo de cortapisas. Una historia dura contada con gran sentido del humor que cuenta con un capítulo dedicado a Zamora y la temporada del vasco con la zamarra rojiblanca del Zamora CF. Un momento especial en su vida que logró revivir la pasada semana cuando visitó la capital del Duero en un viaje que demostró el cariño mutuo que se profesan la ciudad y el exfutbolista.

Dar a conocer “Subcampeón” en uno de los escenarios que se encuentra entre sus páginas es algo especial para Gurrutxaga. Y más tratándose de Zamora, un lugar donde comenzó a sentirse más feliz, menos futbolista. Una ciudad que le permitió experimentar con las letras, la música y coquetear con quién sería en un futuro. La persona que es hoy y que, durante casi una semana, ha podido revivir historias, redescubrir rincones y conectar consigo mismo a otro nivel. Porque dar a conocer su relato acabó por ser un simple medio para disfrutar de “la perla del Duero” una vez más.

Zuhaitz Gurrutxaga en el vestuario del Zamora CF.

Zuhaitz Gurrutxaga en el vestuario del Zamora CF. / R. B.

(DA COMIENZO LA SEGUNDA PARTE)

Después de unas cuantas horas de sueño después del primer día, llega la hora de hacer frente al trabajo. Zuhaitz Gurrutxaga se levanta y observa el cielo nublado. No hay ni rastro de la Zamora soleada de su recuerdo, pero eso no le va a impedir cumplir con una agenda cargada de actos y organizada por su buen amigo Rubén Bartolomé. El vasco tiene pensado atender a todos los medios locales el miércoles y, a mayores, atenderá a LaLiga en el Ruta de la Plata. Además, tiene un acto que le importa más que ninguno, una charla con jóvenes deportistas, a final del día.

Habiendo conocido la “niebla meona” en la noche anterior, sale armado con su paraguas. Un artilugio que paseará por la mañana, de acá para allá, para dejarlo después en un rincón. En Zamora estamos acostumbrados a ella y Zuhaitz es de respetar las tradiciones.

En un día con parada para comer, “Subcampeón” y su mensaje se divulgan de un medio a otro. Periódico, radio y televisión; en el Parque de la Marina, un bar de la calle del Riego o en el mismo Ruta de la Plata. Zuhaitz solo para comer, pero logra cumplir casi al completo con la agenda, preguntando a su amigo Rubén por el feedback de cada acto. “¿Hubiera podido dedicarle cinco minutos más? ¿Crees que ha estado bien?”, pregunta. Nadie debe quedar insatisfecho y menos en Zamora. Eso sí, la atención está puesta en la charla en la Residencia de Doña Urraca. Para él, ese es el acto más importante.

Gurrutxaga es entrevistado en el centro de Zamora.

Gurrutxaga es entrevistado en el centro de Zamora. / R. B.

Tras revisar los medios a lo largo de la mañana, llega la hora del estreno. Y Gurrutxaga sube al escenario. Lo enfoca de forma similar a su monólogo, entrando y saliendo de su guion que maneja con gran soltura, pero no pone la atención en encajar los golpes de humor, sino en retener la atención de los jóvenes. Para él, es clave que la verdad tras el libro que ha escrito junto a Ander Izagirre llegue a sus oídos, que nadie acabe protagonizando una historia como la suya, por muy cómica que se haya vuelto con el suficiente tiempo. Sabe de su valor.

Su intervención acaba en aplausos, en una foto de grupo y en conversaciones con los deportistas. Pero el exrojiblanco tendrá, como siempre, poco tiempo para disfrutar del éxito porque ha tenido que aplazar una entrevista para última hora de la noche y, por cómodo que se encuentre ahora, no quiere fallar a nadie. Por eso, la jornada acaba en el centro de la ciudad ante un micrófono, si bien el día se alargará un poco más con una caña y unas tapas por la calle de los Herreros. Un momento de relax que aprovechar para seguir atesorando información de Zamora y sus gentes escuchando a nuevos conocidos antes de reunirse con un viejo amigo. Ander Izagirre.

Imagen de la charla ofrecida por el exfutbolista rojiblanco en la Residencia Doña Urraca.

Imagen de la charla ofrecida por el exfutbolista rojiblanco en la Residencia Doña Urraca. / R. B.

Viaje de ida y vuelta a Salamanca

Con la dupla reunida, el siguiente día tendrá como escenario Salamanca. El sol se abre paso tras dejar atrás Corrales, como siempre, y la presentación de “Subcampeón” prosigue su curso a la vez que Gurrutxaga comparte con Izagirre los pormenores de su visita hasta ahora. Una estancia que, como él mismo asegura ya por entonces, no sabe si han sido un par de días o un mes porque, pese al disfrute, se encuentra algo cansado. Al menos, ese día la agenda se despeja pronto y hay horas para recuperar energías antes del gran acto: la puesta de largo del libro.

Ni a Zuhaitz ni a Ander se les pegan las sábanas el viernes. Desayunan y, tras cambiar de estancia, salen a la calle a dar un paseo. Después de un tiempo, paran al inicio de la calle Balborraz y contemplan su belleza antes de tomar el aperitivo previo a la comida que compartirán con varios periodistas locales. Un grupo que Gurrutxaga conoce bien y con el que puede relajarse antes de encarar la recta final de su viaje.

La puesta de largo de "Subcampeón"

Los escritores de “Subcampeón” afrontan a su manera las horas previas al “bolo” decisivo. Mientras Zuhaitz se echa una siesta y acude al Ruta de la Plata para reencontrarse con María, Jose o Tomé, que se acerca a saludarle, Ander sale a revisitar el románico de la ciudad y su casco antiguo para acabar leyendo un libro mientras toma un café. Dos caminos que convergen en el Seminario de San Atilano, recinto al que acude un buen puñado de personas para ver la presentación del libro.

El acto es fluido y ameno hasta el punto de hacer volar las agujas del reloj. El carisma y la gracia de Gurrutxaga encuentra el apoyo de la pausa y talante de Ander, dando lugar a una exposición con hora y media de desarrollo entre risas y aplausos. El público, encandilado, participa y a la conclusión se dirige a comprar “Subcampeón” para que los dos “cracks” detrás de la obra dejen su impronta en la portada. Son momentos de júbilo, con fotos y anécdotas para siempre en la memoria de sus protagonistas.

Presentación del libro "Subcampeón" en Zamora.

Presentación del libro "Subcampeón" en Zamora. / José Luis Fernández

La agenda está completa y la pareja de autores pone rumbo a los Herreros con la compañía de varios amigos para cumplir con uno de esos caprichos sencillos que tanto definen a Zuhaitz Gurrutxaga: comerse un “cuadrado”. Un punto y final a la aventura que presentó “Subcampeón” a Zamora que eleva aún más la química entre los escritores para deleite de los presentes, carcajeantes entorno a unas cervezas y unas raciones de casquería.

La despedida de Zuhaitz

El viaje toca a su fin y cada uno debe volver a su día a día. Ander sabe que las noticias no esperan y parte hacia Valladolid para realizar una entrevista, aunque Renfe se empeñe en impedirlo demostrando una vez más los problemas de comunicación que sufre Zamora. Zuhaitz cogerá el coche y volverá a su tierra donde le espera una actuación porque ahora, además de escritor, es actor. Sin embargo, el exrojiblanco se toma antes un momento y realiza en solitario su último paseo por la capital del Duero.

Gurrutxaga camina hacia Semuret y agradece su aportación a la presentación, desayuna en una cafetería del centro y pasea como un zamorano más hasta la Plaza Mayor y allí se detiene. Observa su antigua casa y las cigüeñas anidando en el Ayuntamiento de Zamora mientras reflexiona… Sólo él sabe que piensa hasta que le interrumpe su nuevo amigo Óscar, repitiendo la escena de su llegada días atrás. Sin embargo, él ha cambiado.

El sol ha salido para reafirmar el pensamiento de Zuhaitz. “Ha sido una gran idea venir toda la semana”, comenta, con un tono muy zamorano que adquirió, tras mucho intentarlo, en mitad de su presentación. Porque ese cariño que tiene el exrojiblanco por Zamora y su gente se ha hecho todavía más fuerte. Tanto que no solo espera volver pronto, también visitar muchos de los pueblos de los que ha oído hablar en su última aventura, lugares a los que acudirá siendo “Gurru de los del Zamora, los que viven en el Ruta” si alguna de las lugareñas pregunta quién es.

(SI TE PERDISTE LA PRIMERA PARTE, NO DUDES EN LEERLA EN EL SIGUIENTE ENLACE)

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