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El Ríver demuestra que la salvación es posible

Magnífica primera parte de las zamoranas que supieron resistir tras el descanso

Pau, en uno de sus constantes ataques por la banda. |  | ANA BURRIEZA

Pau, en uno de sus constantes ataques por la banda. | | ANA BURRIEZA / Manuel López-Sueiras

Manuel López-Sueiras

Manuel López-Sueiras

El Ríver Zamora dio un importante paso hacia la salvación al ganar con autoridad (4-2) a un rival directo por eludir esos últimos puestos de la clasificación donde se encuentran las zamoranas.

Un contraataque del equipo zamorano. |  | ANA BURRIEZA

Un contraataque del equipo zamorano. | | ANA BURRIEZA / Manuel López-Sueiras

El Ríver salió convencido de que el último puesto que ocupa en la clasificación no hace justicia con la competitividad de la plantilla zamorana y no dudó en cederle la posesión al Cidade das Burgas. Las zamoranas no tardaron en montar su primera contra en la que Lara obligó a lucirse en una buena parada a la portera orensana. Y medidada la primera parte, de nuevo Lara Morín, fue la encargada de culminar una gran triangulación para poner por delante en el marcador al Ríver. Pau se encargaba de canalizar el juego a la contra y primero disparó alto, pero ya en el minuto 15, otro disparo suyo, tocó en una jugadora orensana y entró en la portería para poner el 2-0.

Pau se mostraba imparable y una vez más se escapó por la banda y le puso el balón en el segundo palo a María Cepeda que no falló bajo palos (3-0).

El Ríver regresó a la cancha dispuesto a defender la clara ventaja en el marcador, bien pertrechado atrás para poner a prueba el ataque estático de su rival que buscaba constantemente a Antía Mariño y a Sonia Pacios. No eran capaces de meter balones dentro del área las visitantes y tuvieron que buscar el gol en una jugada a balón parado, una falta central que convirtió Nerea en el primer gol orensano.

Pero poco duró la ilusión en el Cidade das Burgas porque Lara se encargó de firmar desde cerca un nuevo gol del Ríver que sentenciaba con el 4-1 y sólo ocho minutos por delante.

El Ourense se volcó de nuevo sobre la portería zamorana pero fue su portera la que lanzó sobre el área y nadie pudo impedir que el balón entrase para poner el 4-2.

El partido cobró entonces mucha emoción con un equipo queriéndose meter en el partido y el otro, dispuesto a sentenciar por fin. Pero el balónno quería entrar y los nervios impidieron mover le marcador.

El Ourense se basaba en enviar balones a la portería desde muy lejos que no sorprendían a la guardameta Alba.