OPINIÓN | Jose, el Zamora CF te debe mucho

Presidencialista, carismático, cabezota muchas veces, pero un hombre de palabra. Si José María Casas prometía algo, lo cumplía. Doce años al frente del Zamora CF dan para mucho, pero su gestión fue impecable, ¿con errores? pues probablemente, pero impecable en lo importante. Eso le permitió poder volver al Ruta de la Plata con la cabeza alta y ocupar su lugar como socio de a pie en el centro de Tribuna para ver a “su” equipo del alma, a “su” Zamora CF.

Sufría viendo un partido malo, pero sobre todo sufría por “su” club, que vivió momentos de mucha incertidumbre tras su marcha en 2010. Estaba atento a todos los detalles y no le hacía falta tomar notas para el día siguiente hacer su análisis en el “sanedrín” de Ser Deportivos, tanto el puramente futbolístico como las pinceladas que soltaba de vez en cuando sobre lo que se podía cocer en las entrañas del Ruta de la Plata. Todos, aunque no lo admitieran, estaban pendientes de sus palabras porque lo que él decía tenía valor y mucho peso. Era una voz autorizada, eso se lo ganó a pulso.

Todos, aunque no lo admitieran, estaban pendientes de sus palabras

Recuerdo cuando lo conocí. Me costó que confiara en mí. Ahora lo pienso y es algo normal, yo era una recién llegada a este “mundo rojiblanco”, pero ahí me lo curré. Fueron muchas horas de ver entrenamientos, de llamadas a deshora, de preguntas, de asambleas interminables… que al final, nos cogimos aprecio primero y cariño, muchísimo cariño, después. Tanto que años después y fuera de la Presidencia forjamos una amistad paralela a ese Zamora CF que nos unió hace casi veinte años.

El fútbol zamorano pierde una figura importante. Contigo se van miles de anécdotas, de historias que vistas con la distancia hacen esbozar sonrisas a quienes las recuerdan y sobre todo a quienes las vivieron: futbolistas, representantes, periodistas, directivos, trabajadores…

Por supuesto que no todo ha sido idílico, ni perfecto, pero si hay algo seguro es que Zamora y el Zamora CF te deben mucho. Descansa en paz, Jose, te vamos a echar muchísimo de menos.