La Opinión de Zamora

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Balonmano | División de Plata

Villa de Aranda - Balonmano Zamora Enamora: Los pistacho siguen sin levantar cabeza

Los Guerreros de Viriato caen por un rotundo 39-29

Lance del partido Villa de Aranda

Nueva derrota para un Balonmano Zamora Enamora sin puntos en su casillero que reafirma su mal comienzo de temporada al caer en feudo de un necesitado Tubos Aranda Villa de Aranda que hasta este sábado no conocía la victoria en el Príncipe de Asturias. Pese a que el resultado final fue amplio, el choque estuvo igualado durante muchos minutos y ambos ofrecieron muy buenas prestaciones en lo ofensivo, pero no así en defensa, que al final junto a la portería serían las claves de la victoria local.

El partido comenzó apretado, con los locales imponiendo un ritmo pausado hasta conseguir certeros ataques elaborados ante un conjunto zamorano que respondió todas las afrentas a base de transiciones veloces y ataques directos también muy precisos, por lo que los empates se sucedieron en un comienzo de partido con muchos goles y efectividad (5-5 en el 6´).

Algo que no parecía importarle demasiado ni a ribereños ni zamoranos, pues siguieron apostando por sus marcadas opciones de juego y ni siquiera que la puntería comenzara a fallarles a ambos, varió la actitud de los equipos. Así y siempre con los locales comandando el marcador con mínima ventaja, las igualadas se sucedieron sin descanso en un toma y daca precioso de presenciar (8-8 en el 12´).

Entonces los locales apostaron por meter bajo palos a Magnol Suárez, porque las porterías hasta el momento no habían tenido ninguna incidencia, pero lo que sucedió es que los guerreros de Viriato consiguieron entonces marcar la primera alternancia y ponerse por encima en el electrónico. Un dato poco trascendente, porque los ataques siguieron imponiéndose a las defensas y además de más empates la diferencia zamorana siempre sería mínima (10-10 en el 15´). Entonces el Villa de Aranda tomó otra vez mínima ventaja e incluso atacó para firmar una máxima de dos goles, pero Víctor Doval se apuntó dos paradas que frenaban el fuerte arreón de los discípulos de Mariano Ortega (12-12 en el 18´), aunque no por mucho tiempo, pues los locales ahora eran mucho agresivos en lo defensivo y gracias a los robos, al enorme potencial de su hombres de ataque y también a una exclusión a Bellia, consiguieron firmar un parcial de 3-0 nunca antes visto que dinamitaba le marcador.

El Villa tuvo ataque para ponerse cuatro arriba pero marró su oportunidad y el cuadro visitante, tirando de buena defensa, redujo hasta el 15-13 a falta de dos minutos para el descanso.

Entonces, un nuevo ataque fallado de los zamoranos y un castigo de dos minutos a Fernando Ruiz volvieron a meterles en apuros y al paso por los vestuarios la máxima de +3 se mantuvo con el 17-14.

El reinicio fue un calco del comienzo del enfrentamiento y de nuevo el parcial en los primeros tres minutos sería de 3-3. El partido estaba precioso y el juego desinhibido de ambos hacia las delicias de la grada, porque nadie hacia prisioneros y cualquier despiste suponía un nuevo. Así, el Zamora tomaba altura y por momentos conseguía sorprender al rival (22-21 en el 7´) y amenazar con una nueva igualada que si no llegó en ese momento fue por la mala fortuna de un lanzamiento al palo.

Cualquier mejora pasaba por defender mejor porque todo estaba muy ajustado, los ataques brillaban con luz propia y ni siquiera la entrada del tercer portero burgalés, el canterano Adrián Hernando, conseguía marcar un punto de inflexión en plena igualdad. Con todo, llegados al cuarto de hora la ventaja local pasó a ser dos tres goles, pero los de Iván López todo y el esfuerzo físico que comenzaba a pasar factura, se agarraban con uñas y dientes a la pelea y el electrónico no terminaba de romperse. Eso sí, ahora a los zamoranos les costaba mucho ganar ataques fáciles a la carrera, pues incluso tuvieron alguna pérdida grave en plena contra, y eso más una parada a bocajarro en seis metros de Luis de Vega supuso una nueva máxima de los arandinos y el último tiempo muerto de Iván López (29-24 en el 18´).

Sin embargo, de nuevo en juego lo que se vio es otra contra letal finalizada por el capitán local Megías. Una renta de +6 que hizo muchísimo daño a un Zamora que a partir de ahí se vio completamente perdido y sin opciones de remontada. La sentencia quedó plasmada en el siguiente tramo, con los Guerreros de Viriato muy presionados en lo ofensivo ante un seis cero rocosa que se hinchó a robar y montar contragolpes (32-24 en el 22´). De ahí al final todo se descontroló y sin nada de emoción el partido terminó con un marcador abultado de 39-29.

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