Área 11, Guijuelo

Por fin. El Zamora CF rompió la maldición y se impuso en el Municipal de Guijuelo con dos goles de Montero, uno de ellos de penalti, y después de que Imanol detuviese una pena máxima en contra en los primeros compases de este derbi regional. El encuentro, además de los tres puntos y del liderato rojiblanco tras esta primera jornada, sirvió para rendir un nuevo y merecido homenaje a Agustín Villar, el capitán rojiblanco que también defendió la camiseta chacinera y cuyo recuerdo estuvo muy presente con un emotivo acto con presencia de su familia.

El duelo tuvo dos partes muy diferentes para los zamoranos, a pesar de que en ambas vieron portería. Durante los primeros 45 minutos fueron los locales los que protagonizaron un mayor empuje y arrojo, aunque su efectividad fue mermada tanto por el portero del Zamora CF como por la férrea defensa. Este aguante de los visitantes tuvo doble recompensa; por un lado Imanol paró un penalti muy dudoso, y al filo del descanso Montero abrió el marcador tras una buena jugada por banda derecha. En la segunda mitad, el juego y las ocasiones fueron para los de Aguirre que pusieron la garra hasta que lograron la sentencia en el minuto 87 ante unos rivales que apenas crearon peligro.

No fue hasta los prolegómenos del encuentro cuando se despejaron las dudas sobre el primer once inicial de Roberto Aguirre en esta temporada 2013-14. Al final, el asturiano se decantó por Imanol bajo palos en detrimento de Miguel, y lo cierto es que el meta navarro cumplió y sacó a relucir su calidad cuando se le necesitó. En cuanto al resto, no hubo demasiadas sorpresas y el cambio destacado fue en el interior izquierdo, donde actuó Alberto Prada, dejando su lateral a Javi Ramos, que defendió la primera línea con Garretas y Ramiro de centrales, y Dani Mateos en su puesto habitual de lateral derecho. En el mediocampo, Jacobo-Di Biase; Hugo de extremo derecho, y Jorge y Montero como pareja en punta, un dúo que funcionó a la perfección y es que el madrileño vio recompensado su esfuerzo con dos tantos, mientras que el de Sanzoles lo intentó una y otra vez, aunque no tuvo la suerte que se mereció.