Ángel García, Valencia

(26-18) (22-10) (17-19) (19-10) Ciudad Ros Casares Valencia: Jana Vesela (6), Silvia Domínguez (7), Wauters (9), Murphy (14) y Lauren Jackson (14) -quinteto inicial-. También jugaron: Yacoubou (13), Honti (7), Sancho Lyttle (6), Maya Moore (6), Balart y Forasté (2)

CD Zamarat Caja Rural Tintos de Toro: Mariona Ortiz (10), Laura Gimeno (6), Bernice Mosby (17), Daría (6) y Taru Tuukkanen (12) -quinteto inicial-. También jugaron: Alba García (2), Daira Varas (4) y Alba Miguel.

Árbitros: Dirigieron el encuentro los colegiados Zafra Guerra y Martínez Rodríguez. Sin eliminadas

Incidencias: Partido disputado en el Pabellón de La Fuente de San Luis «La Fonteta» ante cerca de seiscientos espectadores.

Pocas veces el desenlace de un partido parece tan claro antes de disputarse. Lo bonito del deporte, que puede dar pie a sorpresas, gestas, ilusiones y situaciones insospechadas, queda casi minimizado a la mínima expresión cuando la diferencia entre los contendientes es tan abismal. Ayer, en un escenario mítico en el baloncesto como es «La Fonteta» el Caja Rural Tintos de Toro claudicaba ante el Ros Casares. Puede ser la crónica de una muerte anunciada. O como titulábamos en la previa en este mismo diario, la misión imposible. En esta ocasión, la misión sí que era imposible de verdad. Jugar ante una plantilla confeccionada a base de talonario y con tres jugadoras que en diferentes épocas ocuparon el número uno del «draft» en la WNBA es harto complicado. Solo algún equipo en competición europea ha sido capaz de poner en duda el rendimiento de una plantilla que se ha configurado para sumar Copa, Liga y Euroliga en esta temporada.

Los elogios que este equipo ha generado en el mundo del baloncesto femenino se quedan cortos para lo que se puede ver, en directo, sobre la pista. En el partido de ida, los aficionados del Caja Rural Tintos de Toro no vieron en acción ni a Maya Moore, ni a Lauren Jackson ni a Sancho Lyttle. Ayer, todo el arsenal del que dispone Roberto Íñiguez estaba sobre el parquet levantino. Ante eso, poco se pudo hacer.

Eso sí, Juan de Mena, pese a comentar en la previa que el partido era casi imposible, quiso que sus jugadoras salieran desde el inicio con intensidad, con duras defensas sobre las jugadoras dominantes del Ros Casares y así tratar de que la diferencia en el marcador no se disparase desde los primeros instantes del choque.

Una de las notas más importantes a tener en cuenta era el debut de la polaca Daría Mieloszynska. Ya en los entrenamientos semanales, la alero había dejado grandes sensaciones en la parcela técnica del club naranja. Y ayer, reafirmó esas buenas sensaciones con buenos movimientos y buena selección de tiro. Esta claro que si no brilló en demasía fue por el enorme potencial que tenía enfrente. Al margen de ese punto de interés, también resultaba importante conocer el rendimiento que puede dar Mariona Ortiz en su nuevo rol de base dominante, teniendo en cuenta que no hay ninguna jugadora específica en el equipo que pueda desempeñar esas funciones. La catalana dirigió al equipo con criterio e incluso en varias acciones aprovechó su superioridad física, en altura, ante Silvia Domínguez.

Otra duda era saber si Aja Parham jugaría algún minuto. Al final, Juan de Mena, decidió que la roteña no disputase ni un solo minuto, pensando, de forma acertada, en el importante choque del próximo domingo ante el Cadí La Seu.

Por último, el honor de ser la mejor del partido recayó en Mosby, que con 17 puntos y 10 rebotes sumó 18 de valoración.