Calvo Xiria: Jugaron y anotaron: Trigo, Suárez (3), Castro (3), Tases (6), Varela (2), Iglesias (9), Ceniceros (4), García (2), Villar, Martínez (2), Méndez (2), F. García, Gómez y Rey (1).

Inzamac Zamora: Jugaron y anotaron: Bolly, Fer (2), Barbosa, Peli (9), Octavio (4), Litus (5), Jose (5), Iñaki, Sandín, Guiller (3) y Carletes (3).

Árbitros: Dirigieron la contienda los colegiados Alvarez Méndez y García Gavilán (Colegio Asturiano). Excluyeron con dos minutos a los locales Suárez (2), Tases y Rey; y a los visitantes Fer e Iñaki (2).

Parciales cada cinco minutos: 3-4; 6-5; 9-8; 13-10; 18-12; 21-14 (descanso); 23-17; 25-18; 27-20; 28-26; 31-27; 34-31 (final).

Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de liga del Grupo A de Primera División Estatal jugado en el Pabellón de Carballo ante cerca de 400 espectadores.

Inzamac Zamora no pudo transformar sus esperanzas por ganar a domicilio en un triunfo, por lo que continúa sin conocer la victoria en suelo gallego tras caer derrotado ante Calvo Xiria por 34-31.

Hay que aprender a perder, es una lección que a todos le llega tarde o temprano. Pero saber encajar una derrota no significa tener que conformarse con ella, bajar los brazos o no salir dolido cuando el fatídico resultado se pudo evitar. Sin duda, un conocimiento bien asimilado en las filas de Inzamac, que luchó de nuevo por lograr un imposible: Sumar dos puntos en Galicia.

Y es que, aunque no fuera el mejor partido de los zamoranos ante un bloque de gran calidad como es el de Carballo, en esta ocasión, el resultado se vio condicionado por el desenlace que obtuvieron diversos momentos clave del choque.

Tras unos primeros minutos dominando el tanteo y mostrando un alto nivel (3-4, m. 5), Inzamac se vio superado por Calvo Xiria en el electrónico (6-5, m. 10). El duelo era muy igualado hasta que una amonestación sobre el técnico local cambió el arbitraje de manera significativa.

La actuación arbitral sacó de quicio a los pupilos de García Valiente, una circunstancia que no desaprovechó -al igual que dos exclusiones- el bloque local, quién prosiguió con su buen juego y obtuvo una sustancial renta con la que se fue al descanso (21-14).

El duelo parecía totalmente sentenciado, pero Inzamac Zamora supo aprovechar el descanso. Los «guerreros de Viriato» retomaron la necesaria concentración, valedora del brillante juego en los primeros minutos, para perseguir una remontada casi imposible. Una meta que por poco no se hizo realidad.

El cuadro de García Valiente regresó a la pista muy enchufado y fue poco a poco recortando diferencias con un Calvo Xiria incómodo con las variantes defensivas de los zamoranos. Tanto fue así que, a pesar de tener que pasar por el banquillo tanto Litus como Octavio, Guille o Fer por sangrar tras golpes en el rostro -que no recibieron sanción alguna-, los visitantes llegaron a tocar la punta de los dedos su objetivo y se pusieron a un gol (28-27, m. 51).

La igualdad retornó al duelo, pero no lo hizo durante mucho tiempo. Los colegiados excluyeron a Iñaki y dejaron a los zamoranos en inferioridad; Oportunidad de evitar un final peligroso que Calvo Xiria no perdió. Los locales pusieron tierra de por medio y manejaron con veteranía el tanteo para hacer regresar de vacío una vez más al Inzamac (34-31).