REAL MADRID 4

ESPANYOL 0

Madrid.- El Real Madrid goleó a un Espanyol acomplejado (4-0) que mostró todas sus debilidades ante un equipo en racha en el que López Caro puso en práctica con éxito las rotaciones en el día en el que Zidane volvió a poner en pie al Bernabéu y Ronaldo a sonreír.

Llegaba el Espanyol al Bernabéu con estadísticas demoledoras que desvelan su debilidad ante el Real Madrid. No tuvo fe para cambiarlas. A los nueve años que lleva sin ganar en el coliseo blanco, le sumó la histórica mala suerte de Lotina en sus visitas a Chamartín donde nunca venció en su carrera como técnico.

El Espanyol no daba señales de vida. De La Peña luchaba contra el mundo para tirar de un equipo débil, bisoño, con la cabeza puesta en otro lado en vez del enfrentamiento de los dos únicos equipos españoles que se mantienen con vida en tres competiciones.

Regresaba Ronaldo, esta vez a tiempo y sin forzar, y aunque bajó la intensidad de la presión desde arriba, volvió a mostrar su enorme potencial goleador ante un rival en el que las urgencias defensivas se dispararon con la baja de última hora de Lopo, con fiebre.

Antes llegó la acción polémica del partido. Gravesen, que había hecho las mismas faltas que todo el Espanyol en la primera parte -seis-, daba, con amarilla, una patada por detrás a Costa que no era sancionada por un árbitro que calmaba al danés, tan fuera de lugar por su carácter como inoperante en la construcción.

El partido moría, si es que alguna vez tuvo vida, al borde del descanso con el descaro de Cicinho, que servía en bandeja el segundo a Ronaldo y con el "latigazo" de Zidane tras un perfecto pase de la muerte de Roberto Carlos. Dos laterales asistiendo desde las bandas en el área rival. Como han cambiado los tiempos en el Real Madrid.

Poca película quedaba para una segunda parte en la que regresaba Pablo García, con Gravesen castigado en el descanso, y en la que los madridistas, metiendo la pierna hasta el final, se divertían sobre el césped ante ligeros amagues de rabia del rival.

Zidane cerraba la cuenta con un disparo lejano colocado aprovechándose de la rapidez y el desparpajo de Cicinho. La goleada pudo ser aún mayor con Woodgate y Mejía rozando el gol y Cassano topándose con Gorka en todos sus intentos. Del Espanyol, no hubo noticia, un tiro a puerta en 90 minutos, con disparo blando de Luis García que resume el partido de un conjunto con la mente puesta en la Copa del Rey.

López Caro: «Debemos seguir por el mismo camino»

Juan Ramón López Caro, entrenador del Real Madrid, declaró a la conclusión del encuentro contra el Espanyol que su equipo debe seguir por la misma senda de trabajo para que las victorias no dejen de llegar. «Hicimos un gran trabajo desde la calidad, el orden y el trabajo. Lo más importante es que el equipo trabaja con una mentalización adecuada y tenemos que seguir por ese camino. Tenemos por delante a un gran equipo (el Barcelona) y no sabemos lo que puede pasar con ellos en las siguientes jornadas. Nosotros debemos seguir mejorando», declaró López Caro.

Para el técnico blanco, la clave estuvo en el primer gol. «Todas las victorias tiene muchos importancia. Con el 1-0 les desarmamos en el aspecto psicológico. El adversario ha hecho su trabajo aunque hicimos un partido sensacional. En el aspecto individual nunca hablaré. Gravesen hizo una buena primera parte y decidí sustituirle.

Miguel Angel Lotina, técnico del conjunto blanquiazul, no puso ninguna objeción a la derrota. «No salimos bien al campo y no estuvimos nunca acertados. Tenemos que mejorar muchísima cosas».

Real Madrid: Iker Casillas; Cicinho, Woodgate, Mejía, Roberto Carlos; Gravesen (Pablo García, m.46), Guti (Cassano, m.65); Beckham (Baptista, m.80), Zidane, Robinho; y Ronaldo.

Espanyol: Gorka; Armando Sá, Jarque, Moisés, David García; Zabaleta (Luis García, m.64), Ito, Costa, Coro (Pandiani, m.80); De La Peña (Domi, m.58); y Tamudo.

Goles: 1-0, m.14: Guti. 2-0, m.43: Zidane. 3-0, m.45: Ronaldo. 4-0, m.50: Zidane.

Arbitro: Mejuto González (Comité asturiano). Mostró cartulinas amarillas a Gravesen (34) y Armando Sá (44) e Ito (66).

Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésimo tercera jornada de Primera división, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 75.000 aficionados.