De Madrid a Zamora: la aventura de la pareja que ha reabierto el bar de este pueblo

Alfonso Mendoza y Marian Blanco se trasladan a Castronuevo para reactivar un servicio que definen como un "derecho" de los pueblos

El matrimonio afronta con ilusión el reto de convertir "La Buena Moza" en un punto de reencuentro para los vecinos del municipio

Alfonso Mendoza y Marian Blanco ultiman los preparativos de la inauguración del bar «La Buena Moza» en Castronuevo de los Arcos. |

Alfonso Mendoza y Marian Blanco ultiman los preparativos de la inauguración del bar «La Buena Moza» en Castronuevo de los Arcos. | / Cedida I. V.

Con paso firme y sin mirar atrás, Alfonso Mendoza y Marian Blanco, han adelantado el plan que tenían en mente para el futuro y no han esperado a la jubilación para trasladar su residencia de Madrid a la localidad zamorana de Castronuevo de los Arcos.

El matrimonio se ha embarcado en el ilusionante proyecto de reabrir el bar del pueblo. "La Buena Moza" es el nombre con el que el Ayuntamiento ha rebautizado el reformado local de las antiguas escuelas y con el que es popularmente conocida la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, cuya imponente elevación la hace visible desde varios kilómetros a la redonda.

Vecinos disfrutan de la inauguración del establecimiento | I. V.

Vecinos disfrutan de la inauguración del establecimiento | / I. V.

El nuevo bar de Castronuevo de los Arcos ha reabierto sus puertas con una gran fiesta de inauguración, un acontecimiento muy esperado por los vecinos porque, a partir de ahora, tendrán un lugar en el que reunirse y disfrutar del placer del reencuentro y de una convivencia muy necesaria en el medio rural para plantar cara a la despoblación.

En los días previos a la esperada inauguración, el matrimonio se ha afanado en poner todo a punto y en dar un "toque personal" al local, en el que el Ayuntamiento ejecutó previamente las reformas necesarias para retomar la actividad hostelera y poder recuperar un servicio muy demandado en el pueblo.

Para el matrimonio no ha sido fácil tomar la valiente decisión de dejar atrás su vida en Madrid. Tras analizar todos los pros y los contras y tras "muchas noches sin dormir" optaron por hacer las maletas y trasladarse al pueblo en el que nació Alfonso Mendoza, pero que tuvo que abandonar hace más de tres décadas por la falta de oportunidades laborales. No obstante, el matrimonio regresaba con asiduidad a Castronuevo de los Arcos, pueblo en el que cuenta con una casa que, a partir de ahora, será su refugio definitivo.

Marian Blanco prepara el "picoteo" para la fiesta de inauguración del bar

Marian Blanco prepara el "picoteo" para la fiesta de inauguración del bar / I. V.

Tras conocer que el Ayuntamiento convocaba un concurso para arrendar el local destinado a bar, la pareja decidió probar suerte, tras valorar que era una "oportunidad" para iniciar una nueva vida en el pueblo y alejarse de Madrid, una ciudad en la que "no nos gusta vivir".

La fortuna sonrió a la pareja y su oferta se impuso en el proceso de adjudicación del bar, ante lo que tomó la firme decisión de dar un giro a su vida y que ha obligado a Alfonso Mendoza a renunciar a un trabajo fijo en la capital madrileña, mientras que su mujer se encontraba inmersa en el proceso de buscar una oportunidad en el mercado laboral que, ahora, ha encontrado en Castronuevo de los Arcos.

El matrimonio tiene experiencia en el sector hostelero en el que ha trabajado con anterioridad, aunque tenía claro que solo volvería a ponerse detrás de una barra en un negocio propio. Con 60 y 52 años, respectivamente, Alfonso Mendoza y Marian Blanco han iniciado una nueva etapa de su vida en Castronuevo de los Arcos, pueblo en el que se hunden sus raíces familiares y al que, con su bar, ofrecen un anhelado lugar de reunión para sus vecinos, que también podrán degustar tapas y una amplia variedad de bebidas en "un ambiente agradable".

Residentes de Castronuevo se reúnen en la terraza del local. | I. V.

Residentes de Castronuevo se reúnen en la terraza del local. | / I. V.

De hecho, el matrimonio aspira a que el remozado bar se convierta en un punto de encuentro para los vecinos, en el que podrán dialogar, disfrutar de buenos momentos y, sobre todo, reencontrarse. Los vecinos han acogido con mucha ilusión la reapertura del bar y han valorado el esfuerzo realizado por el matrimonio. Aunque Alfonso Mendoza y Marian Blanco son conscientes de que la vida en los pueblos durante el invierno "es dura", también consideran que sus vecinos "tienen derecho a tomarse un café o jugar la partida en el bar".

Por este motivo, la pareja tratará de "aprovechar" las épocas en las que muchos "hijos" de Castronuevo de los Arcos regresan a su pueblo natal en Semana Santa o durante el verano para obtener una rentabilidad que le permita compensar los meses de menores ingresos.

Con mucha ilusión y el apoyo de los vecinos de Castronuevo de los Arcos y de los municipios colindantes, el matrimonio espera que el proyecto en el que se han embarcado "salga bien" y que le permita disfrutar de una nueva vida en un pueblo en el que se siente como casa y en el que ofrecerá un servicio necesario para la socialización de sus habitantes, para frenar la despoblación y para combatir la soledad no deseada.

Suscríbete para seguir leyendo