Cazadores de toda la Unión Europea piden rebajar la protección del lobo

Cazadores de Letonia, Francia, Suecia y España se han reunido EN Värmland (Suecia) para pedir a la Comisión Europea que "flexibilice" el estatus de protección del lobo en la Unión Europea y apruebe medidas "urgentes" que permitan una gestión sostenible de la especie.

Así lo han acordado en una declaración conjunta que la Real Federación Española de Caza remitirá a los directores generales de Caza de los veintisiete países europeos y representantes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que han sido convocados en España por el Gobierno en el marco de la Presidencia de turno del Consejo de la UE.

En la declaración reclaman a la UE un cambio "urgente" del estatus legal de la protección de las poblaciones de grandes carnívoros y su evaluación en los distintos países y "rigor" en la utilización de los datos científicos más recientes a la hora de diseñar las políticas que permitan flexibilizar el artículo 16 de la Directiva de Habitats de la UE, para que se tenga "debidamente en cuenta" las necesidades económicas, sociales y culturales de la población local más afectada.

A la cita en Suecia han acudido el presidente de la RFEC, Manuel Gallardo, y el coordinador de FACE-MED, José María Gallardo. En el encuentro, los representantes de esos países han establecido una hoja de ruta común entre los países que "sufren el conflicto de la sobreprotección del cánido".

En concreto, los firmantes de la declaración conjunta de estos cuatro países advierten a la Comisión Europea de que la población de lobos está aumentando rápidamente en Europa, y aseguran que este incremento está causando preocupación y daños que están afectando a parte de la población rural, a los ganaderos y a los cazadores, por lo exigen a la CE una flexibilización de la Directiva Hábitats que permita una gestión de las poblaciones.

La próxima semana, la reunión de directores generales de caza de los veintisiete que tendrá lugar en España analizarán temas estratégicos y de coordinación sobre la actividad cinegética y el equilibrio de las poblaciones silvestres en Europa.

Los países firmantes piden así a la UE y a los responsables de los países que a cada Estado miembro tenga la posibilidad de regular y gestionar la población de lobos en aquellos lugares donde su estado de conservación sea favorable, teniendo en cuenta las consideraciones sociales, económicas y culturales.