Sesnández, una historia de 552 años

El pueblo fundado en 1471 veneró a la Virgen del Carmen con cuatro intensas jornadas festivas marcadas por la lluvia

Exposición temática sobre trajes tradicionales.| Ch. S.

Exposición temática sobre trajes tradicionales.| Ch. S. / Chany Sebastián

Sesnández de Tábara, localidad perteneciente al municipio de Ferreruela, ponía el lunes el broche de oro y el punto final a sus fiestas en honor a Nuestra Señora la Virgen del Carmen.

Un pueblo serreño, tan bonito como acogedor, solidario, de muy buenas gentes, que lleva la hospitalidad por bandera: allí nadie es ni se siente forastero. Los festejos contaron con una amplio y variado programa de cuatro días que atrajo la atención de niños, jóvenes y mayores, vecinos y emigrantes, aunque, por desgracia, la lluvia se convirtió también en protagonista: no permitió salir la procesión.

La última jornada festiva se centró por la tarde en el juego autóctono de la calva y la música folclórica de los dulzaineros Tarasca del Duero. Llegada la anochecida, como ya se tradición tenía lugar la convidada popular con una suculenta y exquisita cena a base de carne de cuervo cocinado en los potes y a la lumbre. Tigrio, Sonia y Oscar animaron la última sesión de bailes.

En la programación sesnandina de este año hubo mercado medieval, exposición de indumentaria tradicional y estampas antiguas, degustación de hornazos y sopas de ajo, misa, rosario y folclore con el grupo de gaitas sanabrés As Portelas de Lubian. A nivel de verbenas populares la apuesta fue por las orquestas Arizona, Cordosom y la Búsqueda.

Misa y disfraces de las fiestas de Sesnández. | Ch. S.

Misa y disfraces de las fiestas de Sesnández. | Ch. S. / Chany Sebastián

Destacó la juventud cada vez con más protagonismo. Este año se iniciaron las fiestas con el desfile de peñas: todos los jóvenes acompañados de niños y mayores. Desinteresadamente repartieron limonada y sembraron la alegría: cada día a las 9 de la mañana, convidaron a chocolate.

Cada año hay una exposición temática y este año le toco el turno a la indumentaria tradicional que fue un éxito con sus manteos, monteras, gabachas, mandiles, pañuelos, medias y el calzado que "todos vimos utilizar antaño a nuestras madres y abuelas". Todavía hoy algunas jóvenes las lucieron en los festejos.

Habitualmente, tras el rezo del rosario en la iglesia de Santa María Magdalena, se lleva a cabo la procesión de la Virgen del Carmen por todo el pueblo. Es el acto más importante pero este año la lluvia lo impidió. A pesar de todo fue impresionante oír cantar a todo el pueblo al unísono el "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen".

El momento álgido llegaba cuando los gaiteros de As Portelas llenaron de música el templo: "En algunas personas surgían espontáneamente las lágrimas del recuerdo y de la nostalgia por los ausentes y especialmente por los fallecidos a lo largo del año".

La cofradía del Carmen

Sesnández, una historia de 552 años

Sesnández, una historia de 552 años / Chany Sebastián

En Sesnández como en la mayoría de los pueblos del medio rural que veneran a la Virgen del Carmen su fiesta no se conmemoraba ni conmemora el día 16 de julio sino cuando ya, a finales del verano, los agricultores tenían a buen recaudo sus cosechas en las paneras y pajares libres de las tormentas de agua y granizo. Este fue el motivo que llevó a a pedir su traslado al tercer fin de semana (domingo) de septiembre, lo cual aceptó la Diócesis de Astorga, que lo trasladó a Roma y fue ratificado por el Papa Pío XI.

La cofradía en honor a Nuestra Señora la Virgen del Carmen de Sesnández fue aprobada el día 28 de junio de 1934 por el Obispado de Astorga, para luego ser incardinada en agosto de ese mismo año en la Archicofradía Primaria de Roma. Por lo tanto está a sólo once años de su centenario.

Sesnández, una historia de 552 años

Sesnández, una historia de 552 años / Chany Sebastián

El pueblo que nació en 1471

La historia de Sesnández se inició un ya muy lejano día 6 de abril de 1471. Hay constancia de la fecha exacta gracias a la escritura pública se rubricó ante Sancho Saldaña (escribano del rey), compareciendo de una parte Pedro Pimentel Vigil de Quiñones (Señor de Tábara) y de la otra las primeras veinte personas que se comprometían en ella como voluntarios a poblar Sesnández a cambio de convertirse en vasallos del noble pagándole esos si el fuero perpetuo y carneros.

La asociación cultural Sierra Sesnández puesta en marcha hace 26 años es una de las grandes animadoras de la vida social del pueblo integrando actualmente a alrededor de 350 socios.

Sesnández, como le ha sucedido a todos los pueblos de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba, se ha visto gravemente afectada por los efectos de la despoblación rural. Afrontó el cambio de siglo con 216 habitantes pero ya en 2002 bajaba a 197 y en la actualidad cuenta solamente con 136, de los cuales 75 son varones y 61 mujeres actualmente.

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