Los padres de los alumnos que asisten al Colegio Rural Agrupado de Fonfría han emprendido una lucha para conseguir habilitar una plaza de profesor a jornada completa el curso que viene, cuando este pequeño colegio alistano al que asisten cinco niños incorpore un nivel más de aprendizaje y nuevo alumnado.
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"Este es un claro ejemplo de la España Vaciada y de como las instituciones no piensan en las zonas rurales", han transmitido los padres de los niños afectados que disponen de una única docente a jornada completa y de una segunda profesora a media jornada.
Esta situación ha desembocado en perjuicio de los niños y de la atención educativa que se les ofrece en la escuela rural, ya que las actuales docentes no tendrían horas suficientes para abarcar con comodidad todos los niveles de las diferentes edades.
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Profesora "y media"
A pesar de contar con dos maestras para cinco niños, la profesora a jornada completa es también la directora del centro, por lo que mucho de su tiempo se va en solucionar los trámites y la burocracia que implican la dirección de un centro escolar, según explican los padres. La segunda maestra, con media jornada, se incorpora a media mañana, por lo que tampoco tendría el tiempo suficiente para garantizar la atención a los estudiantes, que además, van a crecer en número a partir del nuevo curso escolar. Por esto, los padres piden que esta plaza se habilite como una de jornada completa.
Como resultado ante esto, los padres han empezado a buscar soluciones para mejorar la atención de los niños que cursan sus estudios en este CRA, unos escolares que ya salvaron al centro del cierre hace menos de un año.
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Por las edades de los niños, este curso académico el colegio rural ha incluido cuatro niveles educativos correspondientes a los diferentes ciclos, pero el año que viene con la llegada de al menos un nuevo alumno, el CRA pasará a acoger cinco niveles educativos, demasiado para tan solo dos maestras, una de ellas a media jornada, según han reivindicado los padres.
Ante esta reclamación, los padres ya han movido ficha: tras escribir a los responsables de Educación fue el pasado 2 de junio cuando al fin se reunieron con el inspector de educación al cargo del CRA. "Nos transmitió que no es él quien tiene la última palabra", ha explicado una de las madres afectadas sobre una decisión que recae en el servicio de Recursos Humanos de la Junta de Castilla y León.
A estos padres solo les queda confiar por el momento en que la Junta escuchará su petición de ampliar la jornada de una de las dos maestras de sus hijos, niños rurales que hace tan solo unos meses salvaron del cierre a uno de los pocos colegios que aún quedan en Aliste.