El repintado del Puente Pino: un minucioso proceso de montaje y desmontaje de andamios

Tres décadas después de la última intervención, la obra requiere de una compleja y calculada intervención

Trabajos de limpieza y reparación previos al pintado del primer vano del Puente Pino

Trabajos de limpieza y reparación previos al pintado del primer vano del Puente Pino / Cedida

A punto de cumplir 120 años desde su construcción, en 1914, el Puente de Requejo (más conocido como Puente Pino), se somete al cuarto repintado de su historia. Una calculada intervención, a la altura de la proeza constructiva de este gigante de hierro que terminó con el aislamiento secular de la comarca de Sayago, comunicando Villadepera y Pino y poniendo fin a las penalidades de quienes cruzaban el río en una barca vieja. Un trabajo complejo y minucioso que tiene un año por delante.

El extraordinario ingenio proyectado por el ingeniero José Eugenio Ribera a principios del siglo XX para salvar el desfiladero del río Duero que delimita las comarcas de Aliste y Sayago, se somete a un necesario repintado y trabajo de mantenimiento.

El que en su momento fuera el mayor arco de luz –120 metros–, con longitud de 90 metros sobre el antiguo cauce del río Duero, requiere de una actuación especial, a la altura de la gran obra de ingeniería, en su momento situada en la vanguardia internacional, que se integra en el paisaje del Parque Natural de los Arribes del Duero.

Un espacio con sus vulnerabilidades medioambientales dentro del conjunto de condicionantes por los que ha pasado el proyecto hasta su aprobación definitiva. Desde el ecosistema, a las prescripciones de patrimonio o la Confederación Hidrográfica del Duero velando por la integridad de las aguas internacionales.

Una obra compleja, a la altura del gigante de hierro

Andamiaje en el vano del acceso desde Pino / Cedida

Tampoco son las habituales medidas de seguridad. La gran altura a la que se realizan los trabajos impone unas exigentes condiciones que garanticen la seguridad de los operarios.

A todo ello se suma la propia singularidad constructiva y el límite de peso de 15 toneladas que soporta la estructura, lo que explica los 15 meses de plazo de ejecución y el presupuesto de un millón de euros que costea la Junta de Castilla y León.

Así, la estructura de andamios se instalará en secciones que no sobrepasen esas 15 toneladas, lo que obliga a un minucioso proceso de montaje/desmontaje hasta completar la reparación y repintado de todos los elementos del puente. De inicio se han colocado los andamios en el primer vano, en el acceso del lado de Pino, donde han empezado los trabajos de imprimación. La actuación desde los estribos al arco se apoya en el terreno y conecta a la estructura. La complejidad se acrecienta en el vano central donde es necesario apoyar el andamio en la plataforma, a diferencia de los estribos que se asientan sobre las laderas. La actuación en el vano central se realizará en once fases.

VÍDEO | Así han comenzado las obras de repintado del histórico Puente Pino en Zamora

I. F.

El proceso constructivo en cada una de ellas consiste en el montaje de andamios y encapsulado mediante la implantación de lonas y mallas. Después se procede a la preparación de la superficie, consistente en la limpieza con agua a presión hasta conseguir una capa intermedia en toda la estructura metálica, cepillado bristle blasting en aquellas zonas localizadas para eliminación de corrosión, recuperación de sección y sellado de zonas mediante aplicación de masillas.

El siguiente paso es el repintado de toda la estructura con aplicación de dos capas de pintura y una capa de imprimación previa en las zonas de tratamiento de cepillado. Después se procede a la recogida de residuos y transporte al vertedero, para retirar las lonas y mallas y finalmente el desmontaje de andamios para iniciar de nuevo el proceso en la siguiente zona de tajo.

Previo al repintado, el proyecto incluye mejoras en la barra de anclaje, refuerzo de vigas, recuperación puntual de superficies de acero o colocación de rigidizadores cilíndricos en barandilla que evite la deformación del pasamanos. En la plataforma se sustituirán las juntas actuales por unas estancas, el tubo de recogida de aguas y vertido en los estribos y las cantoneras metálicas de las aceras. Además de otras reparaciones como el sellado de fisuras en la plataforma de hormigón y regularización de la superficie de las aceras de hormigón.

La última intervención en el viaducto tuvo lugar en 2014, coincidiendo con el primer centenario de su construcción. Se consolidaron las vigas principales y se renovó el sistema de drenaje del tablero. Además, se actualizó el firme existente descargando la estructura del sobrepeso no necesario y se acondicionaron los apoyos de ambos estribos, quedando accesibles para las futuras tareas de mantenimiento.

Andamios instalados para el repintado de Puente Pino

Andamios instalados para el repintado de Puente Pino / Cedida

Los datos recabados por el Servicio Territorial de Movilidad y Transformación Digital sitúan en 1932 la primera renovación de la pintura, la segunda en 1964 y la tercera en 1992. Así, desde el último repintado han pasado 31 años y el actual plantea aportar una protección a la corrosión durante los próximos 25 años.

La estructura se encuentra en buenas condiciones, aunque presenta deterioros típicos de estructuras ejecutadas en materiales metálicos, siendo la corrosión por pérdida del recubrimiento protector la que ha causado la aparición de desperfectos. Esta corrosión está presente en casi todos los elementos metálicos de la estructura (pilas, tablero, apoyos y arcos) aunque está más concentrado bajo el tablero y en algunas palizadas o montantes.

Es por ello, que como parte de la conservación preventiva de la estructura se ha visto necesario acometer de nuevo una protección anticorrosiva que es la que impide la corrosión atmosférica producida por la acción combinada del oxígeno del aire y la humedad presente en la atmósfera.

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