DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS DESAPARECIDAS SIN CAUSA APARENTE

Los tres casos sin resolver de personas desaparecidas en pueblos de Zamora

El año pasado hubo 18 desapariciones involuntarias y 11 voluntarias, 6 de ellas de menores en la provincia | La hija de Miguel Fernández: "La incertidumbre te come"

Un guardia civil habla con la hija de Miguel Fernández durante una de las búsquedas del anciano. | |  JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ

Un guardia civil habla con la hija de Miguel Fernández durante una de las búsquedas del anciano. | | JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ / Irene Gómez

"No sabemos lo afortunados que somos cuando tenemos una vida normal. La gente no valora lo que es la normalidad". Lucía Fernández reflexiona sobre el valor de una vida sin grandes alteraciones pero, desafortunadamente, ella no puede decirlo de si misma.

La mañana del 2 de septiembre de 2016 todo cambió para su familia. Su padre, Miguel Fernández, desaparecía sin dejar rastro después de salir de su casa de Gallegos del Campo, donde veraneaba junto a su mujer, para darse el paseo rutinario. Tenía 78 años y desde entonces Lucía y su madre no han vuelto a celebrar onomásticas, fiestas ni aniversarios.

"La incertidumbre te come" cuenta la hija de Miguel Fernández. "La vida continúa, tienes que ir a trabajar, relacionarte con la gente, volver a tus rutinas, pero no te puedes quitar de la cabeza la eterna pregunta: ¿qué le pudo pasar a mi padre?". El Día de las personas desaparecidas sin causa aparente, que se celebra hoy, es una jornada de recuerdo pero también de agradecimiento a cuantas personas, instituciones o colectivos, trabajan en la búsqueda del padre, el hijo, el marido, el abuelo.

Tras verse afectada por semejante tragedia, Lucía ha encontrado consuelo en "personas que están pasando por lo mismo que yo. Nadie te quita la pena que tienes, pero al menos ayuda".

El suyo no es un caso aislado. Un informe del Centro Nacional de Desaparecidos revela la magnitud social de este fenómeno, como lo evidencian las 20.000 denuncias registradas durante 2022 en España. Es decir, más de 50 veces al día una familia ha acudido a denunciar la desaparición de un ser querido. Las causas son diversas: desde la violencia de género, los problemas de salud mental, el alzhéimer, hasta los conflictos intrafamiliares. La consecuencia siempre ha sido la de un impacto emocional arrasador para los familiares, más doloroso cuanto más extendido en el tiempo.

En Zamora hay tres casos de desapariciones sin resolver, pero el problema no cesa. El año pasado se contabilizaron 18 desapariciones involuntarias, la mayoría relacionadas con ancianos que presentan alguna demencia pero por fortuna la situación se resuelve en horas. Otras 11 desapariciones fueron voluntarias, seis de ellas de menores.

Todas estas situaciones se resolvieron. Pero hay casos que no encuentran respuesta. En Zamora, tres desapariciones. Tres familias enfrentadas a la dramática experiencia de haber perdido el rastro de un ser querido sin causa conocida, con desconocimiento de su paradero y de los riesgos para su integridad.

Al caso de Miguel Fernández se suma el de José Antonio C. C., el que no se tiene noticias desde el 30 de abril de 2021, cuando fue visto por última vez a los 72 años cuando se encontraba en las inmediaciones de su casa en Figueruela de Arriba. Casualmente los dos casos se han producido en el mismo municipio de Figueruela de Arriba y que Gallegos del Campo es uno de los anejos de este Ayuntamiento.

Las sucesivas operaciones de búsqueda programadas por la Guardia Civil, con la colaboración de los vecinos, bomberos o Protección Civil no han dado resultado en ninguno de los dos casos.

La tercera persona desaparecida es José Luis González, de quien su familia espera noticias desde el 7 de marzo de 2014 cuando fue visto por última vez en Cubillos del Pan. Tenía 53 años.

Tres situaciones que sitúan a las familias ante el drama de no poder cerrar el duelo. "Hay días que estas mejor que otros, pero el dolor y la frustración permanecen" se sincera Lucía Fernández. Por eso apela a que los casos no queden en el olvido. "No tengo ninguna queja de la Guardia Civil, del alcalde de Figueruela y los vecinos que tantas veces han realizado búsquedas. Todo el mundo nos ha tratado muy bien" agradece la hija del zamorano sin rastro.

Pese al tiempo pasado, Lucía no pierde la esperanza de que "algún cazador o personas que frecuentan la zona donde desapareció mi padre, encuentren algún día un rastro".

Mientras tanto, ella y su madre, una valiente mujer hoy con 83 años, sacar fuerzas para salir todos los días de casa e intentar llevar una vida normal en ausencia del padre y el marido.

Los ayuntamientos, fundamentales por la capacidad de movilizar vecinos

Cuando desaparece una persona, especialmente en un pueblo, los ayuntamientos, con los alcaldes a la cabeza, son la primera institución que se pone manos a la obra. Por eso, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), ha acogido el acto institucional del Día de las Personas Desaparecidas con una petición de recursos para el despliegue de operativos.

Así lo ha manifestado Carlos Daniel Casares, Secretario General de la FEMP, quien apunta que “las entidades locales son fundamentales por su proximidad y cercanía, por su capacidad de movilizar a los vecinos para buscar a las personas desaparecidas y actuar con la máxima celeridad”.

Además, ha recordado el convenio firmado el 25 de octubre del 2016 con la Fundación Europea para las Personas Desaparecidas, QSD Global, que establece líneas de colaboración orientadas a “fortalecer la acción de búsqueda de personas desaparecidas, la prevención de situaciones de riesgo, la atención a las familias y la sensibilización social sobre esta causa”. Una colaboración en la que, a lo largo de los últimos 6 años y medio, la FEMP ha aprobado diversas declaraciones institucionales. "Somos el espacio natural desde el que convocar la movilización ciudadana y el apoyo en el acompañamiento a las familias de desaparecidos. Son nuestros vecinos los que nos faltan".

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