Los Carochos “atizan” en Riofrío

La ancestral fiesta que aspira a un reconocomiento nacional recupera todo el vigor después del “apagón” de la pandemia

Distintos momentos de la salida de la mascarada de los Carochos, ayer por las calles de Riofrío de Aliste. | Emilio Fraile

Distintos momentos de la salida de la mascarada de los Carochos, ayer por las calles de Riofrío de Aliste. | Emilio Fraile / I. G.

I. G.

Riofrío de Aliste ha recuperado la esencia del primer día del año, marcada por la función de los Carochos, una de las mascaradas más singulares del repertorio de invierno que distingue a la Zamora rural.

Los Carochos “atizan” en Riofrío

Los Carochos “atizan” en Riofrío / I. G.

Después de dos años “anómalos”, marcados por las restricciones de la pandemia del COVID 19, en las calles del pueblo alistano retumbó de nuevo el ruido de los cencerros y los chasquidos de las tenazas que manejan los dos diablos que participan en el ritual.

Una jornada atípica de invierno, con temperatura “agradable”, que reunió en Riofrío a vecinos y curiosos forasteros, magnetizados por la singularidad de esa tradición, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla y León desde 2002 y con la aspiración de convertirse en Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Los once protagonistas de la mascarada realizaron el recorrido por el pueblo, que en el primer día del año se transforma en escenario del esperpento de una función donde Carochos, Guapos, El Gitano, El Ciego o las filandorras protagonizan un desfile imprevisible y esperpéntico.

Una mascarada que vuelve a ser visible gracias a la iniciativa impulsada hace medio siglo por jóvenes del pueblo. La asociación “Amanecer de Aliste” de Riofrío es la entidad encargada actualmente de la organización y coordinación de los Carochos.