“¿Quién atiende a mi niña?” se pregunta el padre de una pequeña a punto de cumplir tres años y que desde hace más de una semana arrastra un catarro que no se acaba de curar.
La familia en cuestión, residente en Tardobispo, sufre los estragos de la falta de atención sanitaria en este pueblo situado a 8 kilómetros de Zamora. Como explica el padre, José Luis Leal, los pueblos de la Zona Básica de Salud Zamora Sur cuentan con un pediatra que les atiende en la capital.
“Nos han cambiado al especialista y, a diferencia de la anterior, la actual dice que no puede atender a niños con una tos o una infección suave porque tiene mucho trabajo. Nos mandan al médico de cabecera, que en Tardobispo apenas aparece desde antes de la pandemia. Yo nunca lo he visto. Cuando lo necesitas tienes que andar buscando por los pueblos”.
Leal no entiende el cambio de actitud de un profesional a otro. “Si antes la pediatra podía ver a los niños, por qué ahora no. Con el consultorio cerrado, la alternativa que nos queda es ir a Urgencias, cuando lo normal es que lo vea el especialista”.
Este padre denuncia la “impotencia que sufrimos. Espero que la tos de mi hija no tenga mucha importancia y que pueda espera a mañana o pasado a que tenga cita del médico de cabecera. Pero si es algo más complicado, qué hacemos, no tenemos un pediatra para que la mire”.
Los problemas de atención pediátrica en Tierra del Vino también se extienden más allá de la ZBS de Zamora Sur, a la que pertenece este anejo de El Perdigón.
Otros municipios cercanos como Peleas de Abajo o Casaseca de Campeán ya pertenecen a la Zona Básica de Salud de Corrales del Vino, donde durante meses el servicio de pediatría también ha sufrido carencias. Desde la Plataforma en Defensa de la Sanidad de esta ZBS han señalado recientemente que los problemas “lejos de solucionarse han aumentado”, y sí han confirmado su deseo de retomar las concentraciones en los municipios, que se paralizaron durante el verano y que desde entonces no han vuelto a retomarse.
