La Opinión de Zamora

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La sequía del río Negro, en estado crítico, amenaza la pervivencia de las náyades

Un informe señala la urgencia de salvar los ejemplares de este año y hacer adaptaciones en el cauce para albergar las poblaciones futuras

El río Negro, completamente seco. | Araceli Saavedra

La situación crítica del caudal y la escasez de zonas con agua en los bancos de gravas en el río Negro amenazan con la desaparición de la náyade Margaritifera margaritifer, la población de esta especie de “mejillón de río” más importante de Castilla y León.

Así lo recoge el informe del biólogo Javier Morales para el Observatorio Malacológico y Ecología Fluvial dentro de los trabajos científicos de monitorización de este cauce, incluido en la figura de Lugar de Interés Comunitario Río Tera y sus afluentes, además de ser en sí Reserva Fluvial.

Morales, a la vista de los preocupantes datos resultantes de la monitorización, señala que “es necesario tomar medidas urgentes de salvamento de los ejemplares este año, y realizar las adaptaciones necesarias en el cauce para albergar a la población en los próximos veranos, en los que hay una gran incertidumbre sobre si será igual o más intenso el estiaje. Este salvamento es esencial en todos los ríos en que habita esta especie, como por ejemplo en el Águeda y también en el Alberche.

La Reserva Natural Fluvial es representativa de los ríos de montaña húmeda silícea en la provincia de Zamora y destaca por su singular morfología fluvial, su bajo nivel de antropización y por dar cobijo a numerosas especies esenciales para el diagnóstico del estado de las masas de agua y considerados valores esenciales de la Red Natura 2000 en Castilla y León.

El caudal del río Negro en verano de 2022 (rojo) comparado con el promedio estival de los últimos años (verde). Araceli Saavedra

El río Negro alberga comunidades biológicas típicas de aguas corrientes, frías, ácidas, muy oxigenadas y oligotróficas, de gran valor por su singularidad en el contexto ibérico. El estrés estival que todos los años soporta el río, en 2022 especialmente intenso, pone en peligro estas comunidades biológicas. Añadir además otros factores antrópicos que lo agravan (vertidos, obras) y que acercan al punto crítico a las comunidades.

La sucesión de olas de calor con temperaturas récord sufridas este verano, desde el mediados del mes de junio, han agravado la situación de estiaje habitual que el caudal del río Negro arrastraba desde antes.

Todos los años el caudal del río Negro, medido en la única estación de Santa Eulalia del Rio Negro (datos SAIH de Confederación Hidrográfica del Duero) alcanza valores mínimos en el centro del verano, y por lo regular se mantienen o incluso agravan en septiembre. Este es el patrón del río en su cauce bajo, ya que aguas arriba en tramos medios y altos aun suele mantener un poco de flujo de agua.

Un hurón come un cangrejo en el río Negro. | Araceli Saavedra

Este año el caudal de estiaje mínimo para el mantenimiento de las funciones ecológicas en este río tiene valores inferiores a 1 metros cúbico por segundo desde el 24 de mayo. Caudales muy inferiores de 0,5 metros cúbicos por segundo o menos se mantienen desde el 13 de junio e incluso caudales más propios de un pequeño arroyo como son de 0,05 metros cúbicos por segundo se mantienen constantes desde el pasado 4 de agosto. “Es decir, el río está parado, sin caudal. Y eso es obvio que es lo peor que le puede pasar a un río, no tener agua”.

Temperatura récord del agua en el cauce

A pesar del nivel de sombreado del cauce del río por la aliseda, el agua ha alcanzado los niveles más elevados medidos en los últimos años; y además han comenzado los datos fuera del rango de temperaturas deseables en un río con vocación truchera al menos 5 semanas antes del promedio. La culpa es de la ola de calor sufrida en toda España en la segunda semana de junio.

Las olas de calor de julio agravaron la situación, lo que ha condicionado que como respuesta el agua del río Negro haya alcanzado el nivel máximo récord registrado hasta ahora, con 25,9 grados centígrados de temperatura del agua el día 1 de agosto a las 19:00 horas. Además otros 16 días se han alcanzado máximos superiores a 25 grados entre el 9 de julio y el 14 de agosto, e incluso una mínima nocturna de 22,05 grados, el 14 de julio.

Los valores medidos en un punto del cauce medio del río Negro en los años anteriores (2019 a 2021) alcanzaron estas temperaturas superiores a 23 grados de forma puntual, y en periodo cortos de días. Sin embargo este año a partir del 9 de julio el río permanece a más de 23 grados de promedio diario, de forma constante. Además se aprecia un patrón constante de incremento cada año de la máxima más elevada. La absorción de esta gran cantidad de energía en el agua durante muchas semanas perjudica a las comunidades biológicas más sensibles y adaptadas a la ecología del río Negro; y que son el valor más importante del mismo; lo cual es agravado por el escaso caudal y en consecuencia la poca turbulencia que tiene en los rápidos.

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